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La madre de una niña de cinco años y su ex pareja, que hicieron creer a la policía que la menor había sido secuestrada antes de confesar que murió a golpes, serán juzgados a partir de este lunes en Francia.
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«Quiero saber dónde está mi hija», declaró el padre de Fiona, Nicolas Chafoulais, al llegar al tribunal de Riom, en el centro de Francia. Tres años después de que este caso que estremeció a toda Francia saliera a la luz, el cuerpo de la niña aún sigue desaparecido.
En mayo de 2013, la madre de Fiona, Cécile Bourgeon, que estaba entonces embarazada de un tercer hijo, notificó a la policía que su hija mayor, Fiona, había desaparecido en un parque. Sus mensajes, ante las cámaras de televisión, pidiendo ayuda para encontrar a su hija perdida conmovieron a todo el país.
La policía y numerosos habitantes de la ciudad de Clermont-Ferrand (centro) se lanzaron a una búsqueda desenfrenada para encontrarla. Pero cuatro meses después, la madre de la niña y su pareja, Berkane Makhlouf, confesaron que la menor estaba muerta. Cada uno acusa al otro de haberle propinado la paliza que provocó su muerte.
La pareja indicó que enterró a la pequeña, desnuda, en un bosque cerca de un lago, en presencia de su hermana menor. Pero pese a múltiples búsquedas su cuerpo no ha sido encontrado.
Durante un juicio de diez días se intentará determinar la responsabilidad de cada uno de los acusados y qué pasó con el cadáver de la menor.
Acusados de violencia que provocó la muerte, sin intención de matar, y de ocultación de cadáver, Cecile Bourgeon, de 29 años, y Berkane Makhlouf, de 35, podrían ser condenados a hasta 30 años de prisión.
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El veredicto se conocerá el 25 de noviembre.
PUB/AOS