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La titular de Salud está en plena campaña de sensibilización para la donación de órganos justo el día -ayer miércoles- en que se conmemoran 50 años desde el primer trasplante en Chile. En medio de esta simbólica jornada conversó con Publimetro sobre los desafíos que existen al respecto, aunque no dudó en responder a la polémica surgida en torno a la baja ocupación de camas en los hospitales de las Fuerzas Armadas y los cuestionamientos por no incorporarlos a la red asistencial. Pese a advertir que existe colaboración con el Ministerio de Defensa y las instituciones, también asumió la falta de coordinación con estos estamentos. La histórica deuda hospitalaria, las utilidades de las Isapres y su versión sobre las polémicas licitaciones de hospitales, que incluso derivaron en la creación de una comisión investigadora, también fueron temas abordados por la máxima autoridad sanitaria del país.
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¿Cómo explica la holgura de estos establecimientos en tiempos en que el gasto en camas al sector privado llega en sólo un semestre a 20 mil millones?
Esta holgura es de camas de menor complejidad que no son las que nosotros requerimos. En general se buscan camas de alta complejidad, con todo un equipo, y eso a veces es imposible. Muchas veces están ocupadas por las instituciones. Aunque tuvimos la suerte de que se nos pudieran otorgar facilidades con algunas de ellas durante el paro (de los funcionarios públicos).
– Parlamentarios atribuyeron esta situación a una falta de coordinación entre Defensa y Salud. ¿Qué responde?
La disposición desde el ministro de Defensa y todas las Fuerzas Armadas ha sido de colaboración y estamos muy llanos a trabajar en conjunto. Muchos de los operativos que hemos hecho en terreno son con ellos. Por lo tanto, no existe duda que nos facilitarían camas si tuvieran las posibilidades, pero la complejidad de nuestros pacientes requiere tener más elementos para dar respuesta a la atención. No es una situación de voluntad, sino de dificultad de poder contar con lo que necesitamos.
– ¿Esta coordinación podría mejorar y se podría utilizar este margen que tienen los hospitales de las FFAA?
Por supuesto, se podría mejorar la coordinación. Si se habilitan estas camas con mayor dotación de personal y complejidad, nosotros estaremos felices de poder contar con ellas. Estas son conversaciones que tenemos permanentemente con las altas autoridades del Ejército, Aviación, Armada y Carabineros.
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– La deuda de los hospitales llegó a cifras históricas durante septiembre. ¿Qué se hace para resolver este problema?
Trabajamos fuertemente en la implementación efectiva de directorios de compras por macrozonas. Los servicios de salud están agrupados y cada macrozona efectúa compras centralizadas de distintos insumos, y con ello abaratamos costos. Efectivamente la deuda llegó a un valor alto en septiembre, pero ya en octubre baja. Hemos logrado contenerla con todo lo que significa continuar atendiendo como corresponde, sin dejar de hacer lo que se nos exige. Sin embargo, ahora se nos agrega todo lo del paro.
– ¿Cómo se ejecuta el plan para normalizar la atención tras el paro?
Vamos a citar urgentemente a las personas a quienes se les suspendieron cirugías e interconsulta, para ubicarlos, o que ellos se acerquen a nosotros a través de las oficinas OIRS o llamando a Salud Responde. Nuestro foco es regularizar rápidamente las atenciones Auge, oncológicas, y de niños y adolescentes del Sename y, por supuesto, todo lo que quedó sin hacerse en interconsultas y cirugías.
-¿Se van a descontar a los funcionarios los días no trabajados?
Si, no hay discusión. Es una indicación de Contraloría que se nos dio a todas las instituciones públicas, así que está dentro de los elementos que hay que aplicar.
– El gobierno prometió 20 hospitales construidos, 20 en construcción y 20 licitados. ¿Cómo concluirá esta iniciativa?
El problema es que algunos hospitales son tan grandes que obligan a ser muy responsables y decir que no estarán el 11 de marzo de 2018, sino después. Estamos trabajando en dejar 20 construidos, pero con un listado en que asumimos los plazos. Van a quedar los otros en construcción, los que por su tamaño y la complejidad no era posible cumplir. La variación no es tanta, pero la cantidad de camas va a ser la misma y la calidad será igual. Pero no bajamos la guardia, van a quedar 20 construidos, 20 en construcción y 20 licitados.
– Desde la DC están solicitando se reactive el sistema de concesiones para la construcción de hospitales. ¿Cómo evalúa esta posibilidad?
Queremos hacer una evaluación para así considerar o no la concesión. Por ahora, preliminarmente sin hacer un estudio objetivo, vemos que no se pude concesionar lo asistencial ni lo que tiene que ver con la flexibilidad que debemos tener como establecimientos. Somos un país que está permanentemente en resiliencia, tenemos que acoger establecimientos, trasladar pacientes, y eso a través de las concesiones no es posible. Son elementos que tenemos que discutir con responsabilidad y seriedad. Aquí no es tozudez del ministerio, queremos dar calidad asistencial con toda la flexibilidad que nuestro sistema exige.
– Durante los últimos meses se han visto cuestionadas una serie de licitaciones e incluso hay comisiones investigadoras en la Cámara. ¿No cree válido que la ciudadanía dude de las autoridades si aparecen involucradas personas como el cuñado de un ex presidente o la hermana de la ministra?
Aquí intervienen distintos equipos que van transparentando la información, y ellos son veedores de que el proceso se realice como corresponde. Los procesos en general nunca consultan si son parientes de tal o cual presidenciable. Esto son elementos que uno no evalúa, uno ve la calidad técnica. La empresa aludida, OHL, está construyendo dos establecimientos y tiene en propuesta tres, lo que incluye el de Marga Marga. Por ejemplo, Moller y Perez-Cotapos está construyendo cuatro hospitales y tiene uno en proceso. Por lo tanto, estamos construyendo al día de hoy 29 megaestablecimientos. Son grandes estructuras y necesitamos grandes empresas que no solamente tengan una capacidad técnica y económica: deben tener respaldo financiero. Cuando asumió el gobierno tuvimos 14 establecimientos que quedaron de periodos anteriores en los que las obras estaban paralizadas o sin presupuesto.
– ¿Confía en que la comisión aclarará estos casos?
Nosotros vamos a entregar todos los antecedentes que pida la comisión investigadora. Pese a que es un tema que desgasta porque nos obliga a juntar todos los antecedentes, estamos disponibles para entregar todo. La comisión ya está formada, dentro de poco se nos va formular la citación y daremos todos la información de los recintos hospitalarios. Al día de hoy hay 12 proyectos que han pasado a revaluación, porque superaron el 10% del presupuesto y no porque fueran malos. Son hospitales complejos.
Utilidades de Isapres: “Las primas están dentro de las reglas del juego»
– El aumento en la prima y el bajo uso del Auge/GES aparecen como responsables de las altas utilidades de las Isapres, al mismo tiempo que los hospitales públicos llegan a su nivel máximo de deuda. Para los usuarios es el Estado el que enriquece a los privados. ¿Qué le parece?
Efectivamente. falta información para la gente que es beneficiaria de las Isapres y que debieran utilizar más el Auge. Lo que nos interesa es que lo conozcan: hay gente que se opera de cataratas sin saber que es Auge en el sector privado.
Ahora lo que me preguntas es una preocupación, pero las primas que pueden cobrar la isapres están dentro de las reglas del juego. Efectivamente, hubo un aumento ganancial a costa de la no utilización del Auge, que a pesar de todo ha ido aumentando poco a poco.
– ¿En qué se ha fallado para que exista este desconocimiento?
Hay mucha gente que no se informa y esto está disponible en los sitios web del Ministerio. Los derechos son exigibles por ley, el Auge es un potente sistema y las personas pueden exigir su atención. Muchas veces existe desconocimiento porque piensan que sólo es del sector público y no del privado.
Día del trasplante: «Uno tiene que ir ganando la confianza de la comunidad»
– En Chile hay 7 donantes por cada millón de personas,muy lejos de algunos países de la región como Argentina y Uruguay y a distancia sideral de naciones europeas como España y Portugal. ¿Cómo se logra revertir esta situación?
Estamos con una campaña intensa de sensibilización, porque las leyes de por sí no sirven. Estas dicen que uno es donante mientras no demuestra lo contrario, pero eso no tiene ningún efecto, porque muchas veces los familiares de una persona que tal vez expresó en vida querer donar sus órganos se asustan, tienen miedo y no cumplen con la voluntad de la persona. Lo que uno quiere es que esto sea conversado con las familias, para que en el momento del dolor uno no esté negando la decisión de la persona.
– ¿Cómo se llegó a estos niveles tan bajos?
El tema de los mitos es algo que culturalmente nos afecta enormemente. Cuando uno iba a dejar registrado que quería ser donante te decían que te iban a dejar morir para sacar los órganos, así que uno quedaba con mucho miedo y eso se transmitía de persona a persona. Lamentablemente, esto provocó mucho susto. Uno tiene que ir ganando la confianza de la comunidad, más que imponer por leyes. Queremos que se haga porque realmente es una posibilidad de dar vida. Ese espacio es el que tenemos que ir conquistando, pero con buenas ideas y transmitiendo experiencias exitosas.