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El USS Zumwalt es el destructor estrella de la marina de Estados Unidos. Tiene la tecnología más moderna y es prácticamente indetectable para los radares. Parte de la llamada clase Zumwalt, esta llamado a convertirse en el arma clave del arsenal de la marina de la potencia del norte. Este es el discurso oficial, porque la realidad ha sido muy diferente.
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Desde antes de su salida de los astilleros, el USS Zumwalt ha generado polémicas por sus altos costos que alcanzaron los US$ 4.000 millones por unidad.
Pero más allá del debate económico, la embarcación también ha presentado varios problemas ya en funcionamiento, que han aumentado las criticas sobre el destructor estrella.
El USS Zumwalt fue entregado el 15 de octubre y ya ha presentado dos problemas graves, pues en ambas ocasiones la nave de la tecnología más avanzada ha quedado totalmente fuera de combate.
Hace casi un mes una falla en el arranque del motor lo dejó fuera de opciones de seguir funcionando y pasó dos semanas en reparaciones.
El accidente en el Canal
Ahora el escenario fue el Canal de Panamá, donde en la noche del lunes tuvo una avería y ahora permanece en reparaciones en un puerto del Pacífico del servicio aeronaval panameño, informó hoy la embajada de EE.UU. en el país centroamericano.
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El destructor, que se dirigía a San Diego, «tuvo contratiempos en sus sistemas de ingeniería y fue remolcado al muelle del puerto de Rodman», en la entrada pacífica de la ruta interoceánica, explicó la delegación estadounidense en un comunicado.
La nave perdió propulsión y se comprobó que había agua en dos motores de inducción. Tras quedar sin potencia, la embarcación chocó y sufrió daños leves en su casco.
El sistema eléctrico del USS Zumwalt, precisó la embajada estadounidense, «cuenta con tecnología punta que permite producir hasta 78 megavatios de energía, mucho más que otras naves de su tipo».
«El cronograma de la embarcación permanecerá flexible para que se hagan pruebas y evaluaciones para garantizar el tránsito seguro de la embarcación hasta su destino final en San Diego», añadió en la misma nota el portavoz de la Tercera Flota, el comandante Ryan Perry.