Hombres armados irrumpieron en la casa de una familia que celebraba un «baby shower» en México y dispararon hasta matar a dos niños y un hombre, informaron las autoridades, que sospechan que se trata de una venganza del crimen organizado.
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Los hechos, en los que resultaron heridos también otros tres adultos, ocurrieron la tarde del sábado en una zona habitacional de clase media del municipio Santa Catarina, colindante con Monterrey, capital del estado norteño de Nuevo León, mientras las víctimas festejaban la próxima llegada de un bebé a la familia.
De acuerdo con testimonios recabados por policías, el comando armado viajaba en tres camionetas, de las cuales descendieron al menos siete hombres vestidos de negro y con armas largas.
Los agresores dispararon al porche de la vivienda, donde los anfitriones afinaban los detalles para el evento y esperaban a los invitados.
Entre los muertos están un niño y una niña de cinco y siete años respectivamente, así como su tío de 40 años.
«Es un tema evidentemente relacionado con el crimen organizado, un tema de drogas. Fueron disparos no dirigidos, es una actitud que ya ha repetido el crimen organizado en otras situaciones», dijo el vocero de Seguridad de Nuevo León, Aldo Fasci.
El hermano de la dueña de la casa había estado detenido por delitos relacionados con drogas y fue liberado el 27 de octubre, abundó.
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De acuerdo con autoridades estatales, dos de los responsables ya fueron identificados mediante cámaras de seguridad y por ellos ofrecen una recompensa de un millón de pesos (unos 49.000 dólares).
Monterrey, un importante polo industrial de México y cercano a Estados Unidos, se ha visto azotada por la violencia del narcotráfico en los últimos años, en especial, producto de una disputa entre los anteriormente aliados cárteles del Golfo y Los Zetas.
En agosto, dos personas murieron y otras cuatro resultaron heridas en Monterrey cuando un hombre armado irrumpió en una fiesta de cumpleaños y abrió fuego contra el grupo musical que amenizaba el evento.
Y en marzo de 2015, un comando armado irrumpió en el bar La Eternidad de Monterrey para secuestrar a uno de los músicos que tocaban ante cerca de 400 asistentes y quien fue hallado muerto poco después.
Omar Treviño alias «Z-42», jefe máximo de Los Zetas y uno de los capos más sanguinarios de México, fue detenido el 4 de marzo 2015 en un exclusivo suburbio de esa ciudad.
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