El avión, un Avro Regional Jet 85, era el único que la compañía tenía en funcionamiento en Bolivia, ya que según Vargas mantenían otros dos en inspección.
“La aeronave en funcionamiento había pasado todos los controles de la autoridad boliviana”, aseveró el director de la compañía, quien alegó que cada vez que realizaron una reparación en la aeronave recibieron “el visto bueno” y no habían tenido “ni incidentes ni accidentes”.
El avión, con 81 personas a bordo, se accidentó anoche en el cerro Gordo, en jurisdicción del municipio de La Unión (Antioquia), cercano a la localidad de Rionegro, donde está ubicado el aeropuerto José María Córdova de Medellín.
En el siniestro murieron 75 personas y 6 resultaron heridas.
El piloto de la nave, Miguel Quiroga, era también uno de los dueños de la compañía boliviana y uno de los siete miembros de la tripulación fallecidos, seis de ellos bolivianos y un ingeniero venezolano, según el informe de Vargas.
La tripulante de cabina Ximena Suárez y el mecánico Edwin Tumiri se encuentran estables en un hospital de Medellín.
Vargas explicó que se habían especializado en atender viajes para eventos deportivos y además de no ser la primera vez que trasladaban al equipo brasileño Chapecoense, también han transportado a la selección Argentina para un juego en Brasil y a la Venezolana para un partido en Colombia.
El director general de la aerolínea Lamia, Gustavo Vargas, aseguró hoy a Efe que el avión que se estrelló la noche de este lunes en Colombia había pasado todas las revisiones y que el piloto y el copiloto «estaban certificados en Suiza» y habían superado «dentro del margen» los controles semestrales.