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La aerolínea Lamia (Línea Aérea Mérida Internacional de Aviación, Compañía Anónima) que protagonizó el trágico accidente del Chapecoense esta madrugada nació en 2009 «con la vocación de ayudar al desarrollo turístico regional» del estado venezolano (Mérida), «y la prestación del servicio de pasajeros, carga y correo».
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La aerolínea ofrece vuelos charters no regulares, según El País. Si bien la compañía es venezolana, en 2014 solicitó una licencia para operar en Bolivia y su especialidad en los últimos años ha sido, precisamente, vuelos chárter con equipos de fútbol sudamericanos.
Su flota consta de dos aviones British-Aerospace BAe- Avro 146, de cuatro reactores, con capacidad para hasta 90 pasajeros, las que dejaron de producirse en 2001. Tienen 16,6 y 17,6 años de antigüedad.
En su web, la aerolínea señala que «Lamia Corporation tiene como actividades principales prestar servicios aéreos comerciales, transportes aéreos no regulares de pasajeros, correspondencia y carga tanto nacional como internacional a entidades corporativas, privadas, gubernamentales y aeronáuticas, mediante la utilización de aviones y helicópteros de los tipos y configuraciones aprobadas por la autoridad aeronáutica de Bolivia».
Según datos del medio español, entre sus clientes principales se encuentran empresas del sector de hidrocarburos y minero, y agencias de viaje y equipos de fútbol: club Atlético Nacional (Colombia), la selección Venezolana de Fútbol (Venezuela), el club The Strongest (Bolivia), club Blooming (Bolivia), club Oriente Petrolero (Bolivia), club Real Potosí (Bolivia), club Olimpia (Paraguay), EcoJet (Bolivia), Ministerio de Minería (Bolivia) y Fénix Entertainment Group (Argentina).