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Columna de Beatriz Sánchez: ¿Qué es la Teletón? ¿Por qué nadie critica a la Teletón?

Hoy se inicia una nueva versión de la Teletón y me pregunto: ¿qué es la Teletón? La Teletón son muchas cosas. Tiene claros y tiene oscuros. Me pregunto, también, ¿por qué no hablamos de sus oscuros o cuestionamos poco los aspectos más dudosos de esta campaña?

La Teletón es una campaña televisiva, que busca por medio de la caridad, de las donaciones, sustentar centros de rehabilitación de última generación para personas discapacitadas.  Al mismo tiempo es un show televisivo lleno de sonrisas y «lugares comunes», donde todos se tratan de amigos.

Es también un programa que tiene un líder central, Don Francisco, que pone todo su poder en relevancia. Y es un lugar donde las grandes compañías «blanquean» su imagen, se «hacen» los buenos, se presentan como «caritativos», se aprovechan de la «buena onda» para hacer dos meses de publicidad a cambio de entregar varios millones de pesos.

También es un momento en que los chilenos nos sentimos «mejores personas» (yo también lo hago y lo siento, porque dono todos los años).  Son los dos días al año en que pensamos en las personas discapacitadas y nos fijamos en las injusticias, la falta de infraestructura, la indolencia, las escasas oportunidades de trabajo y de oportunidades para ellos. Pero sólo por 27 horas.

No desconozco el enorme trabajo que hacen estos centros de excelencia. No solamente cuentan con la mejor infraestructura, sino que también con personal especializado y empático. Acogen no sólo al que necesita la rehabilitación, sino también a sus familias.  Incluso se involucra en traslados y apoyo económico al que no puede costear el proceso. Es excelente.

Pero ¿dónde está la responsabilidad del Estado? ¿O es acaso que el Estado tiene tal problema con garantizar la salud de los chilenos que prefiere «hacerse el leso» y dejar que la caridad popular sustente lo que se ofrece a personas discapacitadas?

Y nosotros, los ciudadanos, los chilenos, ¿por qué nos dejamos llevar por estas «27 horas de amor»? ¿Por qué aceptamos que nos sometan a historias terribles donde el foco es emocionarnos y no relevar lo importante que es darles trabajo a personas discapacitadas, obligar a los choferes de micro a pararle a una persona que tiene problemas de movilidad o hacerle espacio en el Metro a una persona que está en silla de ruedas? ¿Por qué permitimos esta manipulación de sentirnos «buenas personas» o «solidarios», cuando en el día a día no siempre lo somos?

¿Cómo entiendo -en este marco- el que los ejecutivos de una empresa como Homecenter Sodimac, cuyos trabajadores reciben en promedio 350 mil pesos de sueldo y llevan más de 20 días en huelga, suban al escenario para donar cientos de millones de pesos? ¿No es eso un blanqueo de imagen? ¿No es lo mismo que pasó el año pasado con la CMPC y la colusión? Pero sus productos estaban en Teletón. ¿Y no pasó antes con Carlos Délano, procesado por fraude al FUT? ¿Se acuerdan cuando el supermercado Lider prometía donar el doble si llegábamos a las cien mil compras? ¿Eso era solidaridad o puro y simple negocio? Para qué vamos a engañarnos, estas compañías podrían financiar solas todos los años la Teletón.

Prefiero un proyecto que nos una todo el año, que nos obligue a sacar lo mejor de nosotros todos los días. Prefiero a empresas que no se aprovechen de la publicidad y que se comprometan a contratar a personas con discapacidad y a visibilizarlas. Esto, sólo para partir.

Las opiniones expresadas aquí no son responsabilidad de Publimetro

 

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