Actualmente en Chile viven 477 mil extranjeros aproximadamente, los que representan un 2,8% de la población. Esta tasa es muy inferior si la comparamos con el 10% promedio de población inmigrante que registran los países Ocde, a pesar de que en los últimos 5 años la inmigración en Chile ha crecido a ritmo acelerado.
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Para algunas personas esta coyuntura debiera alarmarnos, puesto que la inmigración no sería beneficiosa para la sociedad. Si bien en algunos aspectos la teoría económica podría sustentar estas apreciaciones, lo cierto es que los datos nos invitan a dudar.
De acuerdo a la Casen 2015 los extranjeros en Chile poseen 12,7 años promedio de escolaridad, cifra superior a los 10,7 de los chilenos. Dichos números, en perspectiva con la teoría, nos invitan a pensar que nuestro país podría estar incorporando buen capital humano para producir y generar crecimiento económico. Esto cobra tremenda relevancia al considerar que el 14% de la fuerza de trabajo en Chile posee más de 60 años de edad, cifra que da cuenta de un capital humano que requerirá altas tasas de renovación año a año.
Mucha de la oposición a la inmigración se sustenta en la percepción del aumento en la delincuencia. Sin embargo, de las imputaciones y sentencias realizadas en Chile el año 2015 sólo un 0,36% fueron a extranjeros. No obstante, a nivel regional, se puede apreciar que las tasas se elevan como el caso de Tarapacá, con un 36%, Arica y Parinacota con un 25%, Metropolitana con un 16% y Antofagasta con un 11%, según datos de un informe de julio de la PDI. De todos modos, son estas las regiones que albergan mayor porcentaje de la inmigración nacional.
Un país puede beneficiarse económicamente de la inmigración al albergar más y mejor capital humano, dado que contribuye a renovar la fuerza de trabajo en edad de retiro y capta nuevos recursos para aumentar la producción. No obstante, resulta esencial que adicionalmente dicha inmigración cree nuevos puestos de empleo y se ciña plenamente a las directrices de nuestra legislación.
Al respecto, sin duda como país debemos avanzar hacia una política de inmigración acorde a los nuevos tiempos y que promueva beneficios económicos. Y es que la globalización se plantea como una oportunidad para ambas partes. Así lo han entendido el 6% de chilenos que son inmigrantes en otro país.
Matías Godoy Mercado
Director de Economía para todos
www.economiatodos.cl
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