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Pablo Contreras Pérez
Llega el fin de año y junto con la vorágine de las compras navideñas, también se genera la incertidumbre de las personas de si consevarán o no su puesto de trabajo.
Ya sea por la situación económica o porque no se renuevan los contratos, en esta fecha se producen despidos que pueden poner nervioso a cualquiera. Al respecto, Javier Krawicki, director general de Tuprimerapega.cl, señala que lo vital en estos casos es la transparencia.
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«Las desvinculaciones nunca son una buena noticia para los trabajadores. Sin embargo, las organizaciones deben hacer de este proceso lo más transparente posible y ser muy responsable con el empleado que parte«, asegura el especialista.
Asimismo, recalca que es necesario mantener una comunicación fluida con el jefe, ya que «los rumores son más rápidos que las comunicaciones formales», por lo que para evitar aquello, es la propia persona la que puede tomar la iniciativa con el fin de despejar todas las dudas necesarias.
Ante eventualidades como esta, una de las cosas que se daña es el clima laboral, alerta Krawicki, haciendo hincapié en que es responsabilidad de la organización resguardarlo. «En el caso de desvinculaciones sanas, donde entran aquellos que se van porque cumplieron un ciclo por ejemplo, lo ideal es reconocer de algún modo al empleado. Siempre es bien visto por el resto de los compañeros los reconocimientos por la trayectoria«, sostiene.
En el caso de quienes fueron desvinculados por aspectos negativos, «la empresa debe cuidar su distancia con aquel empleado a quien le dio la confianza, especificando situaciones, si se requiere en un comunicado. Es decir, desde el área encargada, darse el tiempo siempre de dejar las cosas claras respecto de la posición de la empresa por situaciones que en algunos casos pueden llegar a ser críticas«.
El rol de reemplazar al que se va
Cuando se despiden personas dentro de una empresa se producen dos situaciones: o llega un reemplazante con menos experiencia o los empleados que se quedan deberán suplir la ausencia de quién se va.
«Sin lugar a duda cuando una persona toma la responsabilidad de otra que fue desvinculada debe ser empático con la situación y con el resto de los compañeros», recomienda el krawicki. En ese sentido, añade que la idea es que «uno siempre debe demostrar que está en ese rol para trabajar y colaborar con el equipo de trabajo a efecto de cumplir con los objetivos organizacionales previstos».