Venezuela rechazó la decisión de sus países socios del Mercosur de suspender sus derechos como estado miembro por incumplir normas comerciales y democráticas, lo que representa la más dura sanción de un ente internacional en medio de la crisis interna.
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Al denunciar una «ley de la selva» que está «destruyendo» el Mercosur, la canciller Delcy Rodríguez dijo este viernes que Venezuela «no reconoce este acto írrito» de suspender a su país.
Rodríguez lanzó además un desafío al advertir que el rico país petrolero -sumido en una grave crisis política y económica- «seguirá ejerciendo la presidencia legítima (del Mercosur) y participará con derecho a voz y voto en todas las reuniones como Estado Parte».
«Llamamos a los pueblos de MERCOSUR a no dejarse arrebatar sus mecanismos de integración, secuestrados x burócratas intolerantes», señaló Rodríguez en su cuenta de la red social Twitter.
La suspensión se produjo al cumplirse el jueves el plazo de tres meses que los fundadores del grupo -Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay- dieron al gobierno de Nicolás Maduro para que incorporara a su legislación una serie de disposiciones comerciales y políticas, incluida la de respeto a derechos humanos.
Venezuela -que ingresó al bloque en 2012- sostiene que algunos de los compromisos de adhesión chocan con su normativa interna, si bien el martes se dijo dispuesta a suscribir uno de los convenios comerciales pendientes, relacionado con los aranceles comunes y la libre circulación de bienes.
En consecuencia, los demás socios le enviaron una «comunicación» para indicarle que sus derechos en el bloque «están suspendidos», informó el jueves a la AFP una fuente del gobierno brasileño.
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Rodríguez indicó que «esa notificación no existe», por lo que la tildó de «falsa». Según la fuente brasileña, la información no se ha divulgado públicamente porque probablemente «aún no fue recibida» oficialmente en Caracas.
La suspensión se venía diseñando desde que los otros estados miembro bloquearon en julio el acceso del país caribeño a la presidencia semestral del grupo. Ya en septiembre habían decidido ocupar la vacante de forma colegiada, al plantear el ultimátum.
La suspensión «fue natural, se esperaba», dijo la fuente.
– Venezuela denuncia «hostigamiento» –
En medio de un duro intercambio verbal con sus socios, Venezuela dijo que el miércoles activó un mecanismo de resolución de controversias del bloque ante lo que llamó «agresiones y hostigamiento» por el «desconocimiento» de su presidencia pro témpore.
«Requerimos (…) a los países que vulneran la institucionalidad de Mercosur que se abstengan de cualquier acción contra nuestro país», señalo Rodríguez el jueves en Twitter.
Maduro ha proclamado en varias ocasiones la determinación de Venezuela a permanecer en el bloque. «Si nos sacan por la puerta, nos meteremos por la ventana», advirtió.
Aunque los miembros del Mercosur no vinculan directamente la sanción con la crisis interna, ésta supone la censura más fuerte de un ente internacional contra Venezuela en medio de las tensiones políticas y la debacle económica, agravada por la caída de los precios del petróleo.
El mandatario socialista ha enfrentado este año una ofensiva de la oposición para anticipar su salida del poder mediante un referendo revocatorio -cuyo proceso fue suspendido en octubre- o un anticipo de las elecciones presidenciales previstas para 2018.
Las tensiones entre el gobierno de Maduro y sus socios aumentaron desde la llegada al poder de gobiernos liberales de centroderecha en Argentina -donde Mauricio Macri ganó las elecciones a fines de 2015- y en Brasil, donde Michel Temer asumió la presidencia en mayo tras la destitución de la izquierdista Dilma Rousseff.
El Mercosur atraviesa una de sus peores crisis, sólo equiparable a la que generó la suspensión de Paraguay en 2012 luego de un juicio parlamentario que destituyó al presidente de izquierda Fernando Lugo.
Fue precisamente en ese período que Argentina, Brasil y Uruguay aprobaron el ingreso de Venezuela, a la que se oponía Asunción.
PUB/IAM