0 of 2
El primer ministro francés Manuel Valls va a anunciar este lunes su candidatura a la elección presidencial de 2017, engrosando la ya larga lista de pretendientes de la izquierda para hacer frente a la derecha y a la extrema derecha.
PUBLICIDAD
El jefe del gobierno socialista hablará a las 17H30 GMT desde el municipio de Evry, su feudo electoral cerca de París, indicó su oficina en un comunicado.
El entorno de Valls confirmó a la AFP que presentará su candidatura a la elección presidencial de abril-mayo próximos, algo de lo que nadie dudaba tras la renuncia del presidente François Hollande a presentarse a la reelección.
El 15 de diciembre próximo vence el plazo para inscribirse en las elecciones primarias organizadas por el Partido Socialista (PS) para designar a su candidato en la elección presidencial de 2017.
Manuel Valls participará en estas primarias socialistas, a dos vueltas, que se celebrarán el 22 y 29 de enero.
Valls, que este lunes se reúne con el presidente Hollande, debería en principio renunciar a su cargo de primer ministro, que ejerce desde marzo de 2014, para dedicarse a la campaña electoral.
Según un sondeo publicado por el diario Journal du Dimanche, el primer ministro es la personalidad preferida de los simpatizantes de izquierda para convertirse en el candidato del PS a la elección presidencial.
PUBLICIDAD
Un camino de escollos
Una vez pasada la primaria, el candidato del PS tendrá ante sí un camino lleno de escollos, y puede quedar arrinconado entre el jefe de la izquierda radical Jean-Luc Mélenchon y el exministro de Economía, Emmanuel Macron, un centrista liberal. Ambos han excluido su participación en la primaria socialista.
De momento, la probable dimisión de Valls del gobierno obligaría al presidente Hollande «a una remodelación» gubernamental y para ello será necesario que «Francia no quede desarmada en este periodo y permanezca movilizada y unida» advirtió el exprimer ministro conservador Dominique de Villepin.
Entre los nombres que figuran para reemplazar a Valls están los de los ministros Bernard Cazeneuve (Interior), Jean-Yves Le Drian (Defensa), Stéphane Le Foll (Agricultura), Marisol Touraine (Salud) o Najat Vallaud-Belkacem (Educación).
Una vez recuperada su libertad, Manuel Valls, convertido ya plenamente en candidato, intentará limar los aspectos más duros de su discurso y atraerse a nuevos aliados.
El primer ministro intenta desde hace años imponer un ‘aggiornamento’ (modernización) a la izquierd, pero su personalidad autoritaria, su discurso favorable a las empresas y su defensa estricta del laicismo irritan a parte de los socialistas.
«Manuel Valls debe cambiar algunas cosas», admitió el sábado uno de sus afines, el diputado Philippe Doucet.
«Le aconsejo amistosamente que adopte una nueva posición para unir (…) Hay que ser uno mismo pero ofrecer una nueva perspectiva» declaró el domingo el Primer secretario del PS, Jean-Christophe Cambadélis.
«Defender un legado»
El pasado viernes Manuel Valls había prometido «defender el balance» del presidente Hollande, aunque sin gran entusiasmo.
«François Hollande y Manuel Valls, han hecho la misma política (…) y no se sabe quién, si Hollande o Valls, es la cuchilla o el mango del puñal que ha desgarrado a la izquierda» atacó este domingo Arnaud Montebourg, ex ministro de Industria del gobierno socialista –dejó el cargo por sus críticas al ejecutivo– y candidato a la primaria socialista.
En este contexto, con una izquierda totalmente desintegrada tras un mandato de François Hollande, marcado por una impopularidad récord, todos los sondeos dan al candidato de la derecha François Fillon y a la jefe de la extrema derecha Marine Le Pen vencedores de la primera vuelta de la elección presidencial, en abril, y calificados ambos para la segunda y definitiva ronda, en mayo.
La izquierda, por su lado, quedaría eliminada, como ya ocurriera en la elección presidencial de 2002.
PUB/CM