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1.- Identificar los peligros
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– Es vital evitar la acumulación de objetos inflamables como cartones, papeles u otros. Mantener el hogar en orden puede servir como medida preventiva. Otro aspecto a considerar son las ampliaciones, las cuales siempre deben ser hechas según la Ordenanza de urbanismo y construcción, que considera elementos como por ejemplo el muro cortafuegos.
2.- Conocer las medidas de control correctas
– No todos los tipos de fuego se apagan con agua. En el caso de los fuegos eléctricos o aquellos que se relacionan con aceite, no se debe aplicar agua. Por eso se recomienda tener un extintor al interior del hogar.
3.- Reaccionar a tiempo
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– Siempre es recomedable contar con un plan de escape, tanto en oficinas como en el hogar. Tenga a mano los números de teléfono de emergencias y evacúe a tiempo su casa. Según la directora de Ingeniería en prevención de riesgos de la USS, “una evacuaión exitosa es la que evacúa personas, no bienes materiales” y señala que “nunca se debe volver a ingresar al inmueble para buscar cosas durante un incendio”.
4.- No abusar de la carga eléctrica
– Evite conectar alargadores y zapatillas conjuntamente. Revise el estadoo de aparatos eléctricos, interruptores y enchufes. Asesórese con un profesionar que el automático de su hogar y su sistema eléctrico en general está capacitado para el consumo de su hogar, si no, modifique el sistema para soportar un mayor amperaje. La baja de palancas puede ser un síntoma previo.
5.- Mantenga desocupadas las vías de escape
– En caso de incendio es vital mantener las puertas y pasillos sin objetos que osbtruyan la salida. Mantenga ordenados los espacios de forma que en caso de emergencia la evacuación pueda realizarse de manera expedita.
