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checking in the morning after a night of bombing #Aleppo #StandWithAleppo pic.twitter.com/vcbJ3vbD91
— Bana Alabed (@AlabedBana) 22 de noviembre de 2016
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Tonight we have no house, it’s bombed & I got in rubble. I saw deaths and I almost died. – Bana #Aleppo pic.twitter.com/arGYZaZqjg
— Bana Alabed (@AlabedBana) 27 de noviembre de 2016
No one knows my life is difficult when I smile. – Bana #Aleppo pic.twitter.com/1ZsaMkqHTD
— Bana Alabed (@AlabedBana) 19 de noviembre de 2016
En tres meses, Bana, una niña siria de siete años que tuitea junto a su madre el infierno de vivir en un barrio bombardeado del este de Alepo, se ha convertido en fenómeno en las redes sociales.
La pequeña Bana Al Abed «desapareció» el domingo por la noche de Twitter al mismo tiempo que el ejército sirio se acercaba a su casa de Alepo-Este, sector brutalmente bombardeado desde el 15 de noviembre por el régimen, que hace todo lo posible para retomar el control total de Alepo, segunda ciudad del país.
Pero Bana reapareció el martes y tranquilizó a sus 217.000 seguidores: «Buenos días amigos míos, ¿cómo estáis? Yo estoy bien», tuiteó.
«Nuestra casa fue dañada por un bombardeo» en los últimos días, había dicho poco antes por teléfono su padre, Ghasan al Abed, mientras el ejército del régimen se ha apoderado de las dos terceras partes del sector rebelde de Alepo.
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«Además, el ejército se ha acercado mucho a nuestro barrio. Hemos huido hacia otro (barrio) en el este de Alepo y la familia va bien», añadió.
«La red internet es muy débil», agregó.
– ‘Rueguen por nosotros’ –
Con la ayuda de su madre Fatema, Bana comenzó el 23 de septiembre a tuitear en inglés durante una violenta campaña de bombardeos llevada a cabo por el régimen de Bashar Al Asad para reconquistar los barrios de Alepo-Este en manos de los insurgentes desde 2012.
A través de la cuenta @AlabedBana, verificada por Twitter, su madre suscitó la inquietud de los internautas al tuitear el domingo: «Estamos seguros de que el ejército nos va a detener ahora. Nos volveremos a ver un día, querido mundo. Hasta pronto. Fatema».
La cuenta permaneció en silencio durante 24 horas, generando inquietud en las redes, con el lanzamiento del #WhereisBana (donde está Bana).
Pero la madre se manifestó otra vez el lunes al tuitear: «Estamos siendo atacados. No hay donde ir, cada minuto la muerte acecha. Rueguen por nosotros. Hasta pronto».
Madre e hija han ido escribiendo una serie de tuits, donde describen el infierno que viven las 250.000 personas asediadas desde julio y sometidas a intensos bombardeos. Los tuits incluyen fotos y videos de los bombardeos, o de Bana leyendo.
La suerte de Bana conmociona a miles de internautas que ven en ella el símbolo del drama de los civiles en Alepo-Este. La niña atrajo la atención de la autora británica J.K. Rowling que le ofreció Harry Potter en versión electrónica.
Pero los detractores de la oposición y de los rebeldes, entre ellos el propio presidente Asad en persona, consideran que se trata de un instrumento propagandístico.
«Es un juego, un juego propagandístico, un juego de los medios» afirmó Asad en octubre a la cadena danesa TV2.
En casi seis años de atroz conflicto en Siria, numerosos niños, identificados o anónimos, han sido transformados en «símbolos» de esta tragedia humana.
En 2011, apenas dos meses después del inicio de la revuelta contra el régimen de Asad, Hamza al Jatib, de 13 años, fue detenido, torturado y asesinado por los servicio secretos, según su familia y la oposición.
Se convirtió en símbolo de la represión sangrienta de las autoridades contra las manifestaciones pacíficas, que acabaron transformándose en rebelión armada.
En 2015, la foto de Aylan, el niño sirio que apareció ahogado en una playa turca, provocó la indignación mundial al resumir la tragedia de millones de refugiados huyendo el país en guerra.
En agosto, la foto de Omran, sentado en una ambulancia, con su rostro aturdido y ensangrentado, tras la destrucción de su casa en el este de Alepo, también dio la vuelta al mundo.
PUB/IAM