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Al menos 25 personas murieron el domingo en un atentado contra una iglesia copta en El Cairo, en el peor ataque contra esta minoría religiosa de la historia reciente del país.
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La explosión se produjo hacia las 10H00 locales (0800 GMT) en el barrio de Abbasiya, en la iglesia adyacente a la catedral copta de Saint Mark, sede del papa de la iglesia copta Tawadros II, según el ministerio de Sanidad.
Citando a responsables de seguridad, la televisión estatal afirmó que la bomba, que estalló en la sala principal del templo, estaría fabricada con TNT.
Las ambulancias evacuaban a las víctimas en un cortejo incesante, en medio de una fuerte presencia de las fuerzas de seguridad, según periodistas de la AFP.
Este templo «es profundamente amado por muchos fieles coptos en El Cairo que acuden habitualmente a las misas», explicó a la AFP el obispo Angaelos, obispo general de la iglesia copta en Gran Bretaña.
Según Angaelos, los servicios religiosos del domingo habían tenido lugar en esta iglesia debido a los trabajos de renovación en curso en la catedral.
La policía estableció un perímetro de seguridad, mientras una pequeña multitud gritaba eslóganes condenando el ataque y pidiendo la dimisión del ministro del Interior.
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‘Un objetivo fácil’
Por el momento, ningún grupo ha reivindicado el ataque. Las autoridades van a examinar el contenido de las cámaras de seguridad de la iglesia, explicaron responsables policiales.
«Es un objetivo fácil porque la entrada se encuentra en el exterior del perímetro» de la catedral y no está custodiada, precisó el obispo.
El primer ministro egipcio Sherif Ismail reaccionó el domingo en un comunicado: «Los musulmanes y los cristianos de la nación se solidarizan contra este terrorismo negro».
El imán de Al Azhar, la más alta institución del islam sunita en Egipto, también condenó el ataque, denunciando un terrorismo «infame» dirigido contra «almas inocentes».
Los coptos ortodoxos de Egipto componen la minoría cristiana más numerosa de Oriente Medio y una de las más antiguas.
El 1 de enero de 2011, un atentado no reivindicado dejó 23 muertos y cerca de 80 heridos, la mayoría cristianos, a la salida de una iglesia copta tras la misa de Año Nuevo en Alejandría, segunda ciudad del país.
El 8 de marzo de ese año, 13 personas fueron asesinadas en enfrentamientos entre musulmanes y coptos en el barrio pobre de Moqatan en el Cairo, donde un millar de cristianos se habían concentrado para protestar contra el incendio de una iglesia en el sur de la capital.
Dos meses más tarde, nuevos enfrentamientos interreligiosos dejaban doce muertos coptos y más de 200 heridos en el barrio cariota de Imbaba, donde una iglesia fue atacada y otra incendiada.
Infrarrepresentados en las instituciones, los coptos egipcios se consideran maltratados y discriminados por las autoridades judiciales, policiales y educativas.
El ascenso de un islam rigorista en el país ha agravado su sentimiento de marginalización, sobre todo desde la caída del presidente Hosni Mubarak el 11 de febrero de 2011, que se tradujo en la degradación de la seguridad y en un mayor protagonismo de los islamistas.
Los coptos ortodoxos representan la gran mayoría de la comunidad cristiana de Egipto, en la que también hay católicos.
PUB/NL