Revelan detalles de la tortura a menor asesinado en Temuco: SML descartó que protagonizara violación
El fiscal adjunto de Temuco, Roberto Garrido, se refirió al caso del niño de 13 años asesinado y torturado por cerca de 12 horas tras presumirse que habría violado a una niña de cinco, asegurando que el actuar de los sujetos acusados no corresponde a una legítima defensa y que se trata de una reacción desmedida.
«Esta no es una situación de legítima defensa ni está cerca de serlo. Acá hay una reacción absolutamente desmedida, los padres no tienen ninguna seguridad de lo que le ocurrió a su hija, no acuden a Carabineros ni a un centro asistencial pidiendo ayuda ni orientación”, indicó Garrido a radio Cooperativa.
El fiscal adjunto de Temuco, además, insistió en que según los exámenes practicados por el Servicio Médico Legal a la niña, no existirían evidencias de la supuesta violación, por lo que atribuyó a la imaginación de los padres todo lo ocurrido.
“Simplemente ellos llegan a una conclusión sobre parte de los dichos de sus hijas y van desencadenando una serie de sucesos que no tienen ninguna base comprobable, que simplemente está en su imaginación», agregó.
«Lo que creo es que posiblemente hayan influido otros factores como alcohol o drogas en la acción de los imputados, es parte de la investigación poder determinarlo, pero me parece que no es exactamente de una situación donde se trate de padres que quieran tomar la justicia por su propia mano, ellos pierden absolutamente la noción de lo que está ocurriendo y actúan de una manera muy cruel e inhumana», dijo el persecutor.
Según explicó el fiscal adjunto, “hay dos imputados que han prestado declaración y han reconocido en parte la dinámica de los hechos, por lo menos se sitúan en el lugar y reconocen también haber participado en la agresión de la víctima”.
Los cuatro implicados, Johana Mora Villagrán, Pablo Morales Correa, Abraham Bravo Palma y Víctor Chanqueo Mora, fueron formalizados este martes por el delito de homicidio calificado y deberán permanecer privados de libertad durante los seis meses que dure la investigación.
El cadáver del niño fue encontrado el lunes en la pieza donde vivía solo luego de haber abandonado un centro de Servicio Nacional de Menores (Sename), habitación ubicada en la ladera de una quebrada que está al final de la avenida Javiera Carrera, al norponiente de Temuco.
El cuerpo del menor estaba escondido bajo una cama, amarrado, envuelto en una sábana, y con lesiones de golpes asestados con un elemento contundente (posiblemente un martillo).
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