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«Todo estará permitido: peleas, alcohol, asesinatos o violaciones». Esa frase dio la vuelta al mundo y puso en primera plana de la noticia al reality show Game2: Winter, proyecto ruso que pretende soltar a 30 personas en Siberia por nueve meses en el segundo semestre del 2017.
El espacio buscará que los participantes sobrevivan a sí mismos, a sus compañeros, al duro clima y a los osos y otros depredadores que viven en la zona. Para ellos, irán con cuchillos y algunos implementos, pero no recibirán ayuda alguna extra en el inicio.
Esto se acrecienta al informarse que no habrá personal trabajando en la zona, ya que en las mil hectáreas donde deberán estar, se instalarán nueve mil cámaras, por lo que estarán solos en caso que suceda cualquier cosa, como las que aparecen en las palabras que dan inicio a esta nota.
El creador del show Evgueni Piatkovski dio una entrevista a RT para hablar del espacio, asegurando que «nos quedamos en estado de shock por la cantidad de solicitudes».
«Las solicitudes no solo proceden de Rusia, sino de todo el mundo, incluso de España o de México, por ejemplo», señaló.
Respecto a la polémica causada por el hecho que podría suceder cualquier cosa allá en Siberia, afirmó que «estará prohibido violar las leyes de Rusia, lo que sería motivo de expulsión del proyecto, sin desembolsos de ningún tipo. Es lo primero que escribieron mal los medios». En ese punto, aclaró que «no se favorecerán» violaciones o asesinatos.
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«En un pequeño tramo de 1.000 hectáreas estarán 30 personas, sin Internet, libros ni televisión. Sin nada, durante nueve meses. Podrán vivir solo en viviendas que construirán solos, obviamente juntándose cinco o seis personas. ¡Imagínese la intensidad de las emociones cuando ven las mismos caras durante nueve meses!», expresó.
Si una persona desea abandonar el espacio, tendrá una especie de botón de pánico, que al pulsarlo un helicóptero llegará a buscarlo en un tiempo estimado de 30 minutos.
«¡Imagínese lo qué puede pasar en 30 minutos! Cualquier cosa, y nosotros podremos influir en ello de ningún modo», precisó Piatkovski .
«Entiendan que es la taiga, un bosque denso, sin infraestructura preparada (…) Trataremos de hacer todo lo posible, pero no somos dioses», remató.
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