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A contrarreloj: La policía alemana busca a un tunecino por el atentado de Berlín

La policía confirma que el autor está huido, armado y con capacidad para atentar. La seguridad se ha extremado y nuevas pruebas apuntan a un joven de Túnez que pidió asilo en abril

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La policía alemana busca a un tunecino tras el hallazgo de un documento de identidad en el camión que embistió un mercado de Navidad el lunes por la noche en Berlín, afirman dos periódicos alemanes este miércoles.

Según el diario Bild y la Allgemeine Zeitung de Maguncia, el hombre tiene entre 21 y 23 años y se le conoce con tres nombres distintos.

El documento hallado en el camión es un papel expedido a un migrante al que se le negó la solicitud de asilo sin que por ello pudiera ser expulsado.

Según la página web de la revista Spiegel, el individuo es originario de Tataouine (sur).

Los investigadores encontraron el documento de identidad debajo del asiento del conductor, en la cabina del camión que embistió intencionalmente las casetas de madera de un mercado navideño muy concurrido, con un saldo de 12 muertos.

El atentado fue reivindicado por los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI).

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Este hombre tiene antecedentes, concretamente por un delito de lesiones, pero desapareció antes de ser juzgado y además se le considera peligroso por estar vinculado a «una gran red islamista», según Bild.

El documento hallado en el camión es un papel expedido a un migrante al que se le negó la solicitud de asilo sin que por ello pudiera ser expulsado.

Fue expedido por las autoridades locales de Kleve, una ciudad de Renania del Norte-Westfalia, situada en la frontera con Holanda, informa el diario regional de Maguncia.

Seis de los muertos son ciudadanos alemanes, indicó la policía, que sigue trabajando para identificar al resto.

De los 48 heridos, 14 se encuentran entre la vida y la muerte.

El martes por la noche, la policía liberó a un sospechoso detenido el lunes poco después de la matanza a dos kilómetros del lugar.

El sospechoso detenido el lunes, un solicitante de asilo paquistaní, llegado a Alemania en febrero de 2016, fue liberado tras varias horas de interrogatorio, el registro de su domicilio y otras investigaciones que despejaron todas las sospechas.

Eso significa que «una o varias personas» responsables del atentado «están huidos» con «un arma», sin duda la que sirvió para matar al chófer polaco del camión utilizado para la matanza, que fue hallado muerto en la cabina del vehículo, indicó el jefe de la policía, Klaus Kandt.

Hay «buenas pistas» y «numerosos elementos» para que la investigación avance y lograr dar con el autor de la matanza, declaró André Schulz, presidente del BDK, uno de los principales sindicatos de policías.

«Soy bastante optimista en cuanto a que podamos presentar, quizás mañana (miércoles) o muy pronto a un nuevo sospechoso», dijo Schulz al canal de televisión alemán ZDF.

La policía no investiga con las «manos vacías», dijo por su parte el ministro del Interior, Thomas de Maizière, para tranquilizar a la población.

Se examinan más de 500 indicios, entre ellos las muestras de ADN halladas en el camión, imágenes de cámaras de vigilancia y testimonios, indicó la policía.

«Todos los efectivos disponibles» están trabajando para encontrar al autor del atentado, dijo un investigador al diario Bild.

El camionero polaco hallado muerto en la cabina, a quien el atacante robó al parecer el camión, intentó probablemente evitar una matanza peor, según los medios de comunicación.

La autopsia demostró que el camionero polaco de 37 años, asesinado de varios balazos en la cabina, estaba vivo en el momento en que el vehículo embistió el mercado navideño, según fuentes de la investigación citadas por el diario Bild.

El cuerpo de ese hombre de 120 kilos tenía marcas de lucha y de puñaladas.

El polaco Ariel Zurawski, dueño de la empresa que empleaba al camionero, tuvo que reconocerlo a partir de una foto del cadáver.

«Se veían marcas de golpes, es evidente que se resistió. Su cara estaba ensangrentada, tumefacta. Tenía una herida de arma blanca», contó Zurawski.

La canciller alemana, Angela Merkel, calificó rápidamente de «terrorista» el ataque, que recuerda el atentado del 14 de julio en Niza, en el sureste de Francia, que dejó 86 muertos.

El gobierno reforzó las medidas de seguridad en Berlín, al tiempo que se instalaba un debate sobre la necesidad de proteger las plazas públicas con bloques de cemento o la conveniencia de que haya patrullas militares en las ciudades, como se hace en otros países europeos.

Paralelamente, la extrema derecha alemana incrementó sus críticas contra Merkel, en particular contra su política migratoria, considerada demasiado generosa.

La extrema derecha convocó a una manifestación este miércoles frente a la sede de la cancillería en Berlín.

«Son los muertos de Merkel», declaró el martes Marcus Pretzell, uno de los principales dirigentes de Alternativa para Alemania (AfD), partido de extrema derecha, que registró un espectacular crecimiento en las últimas elecciones regionales.

La matanza tuvo lugar en la iglesia del Recuerdo, uno de los símbolos de la capital alemana.

Los yihadistas preconizan la utilización de vehículos, en particular camiones, para embestir contra los «impíos».

Hasta ahora, Alemania no había sufrido un atentado a gran escala con muertos, pero sí hubo varios ataques perpetrados por individuos aislados y varios intentos desbaratados.

 

PUB/IAM

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