Economía

Columna de Matías Godoy: “En los pañales también”

 

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Ha pasado más de un año desde que la Fiscalía Nacional Económica diera a conocer una de las colusiones más grandes en la historia de Chile. Cmpc, papelera del Grupo Matte, y SCA (ex Pisa) colaboraron para cobrar mayores precios de los que habrían percibido si hubiesen competido. Un acuerdo que se extendió por casi una década y que significó un menor bienestar para ricos y pobres, toda vez que se pagaron mayores precios por bienes que podrían haber sido transados a un menor valor.

 

Bajo ese contexto Cmpc, el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia, el Sernac y agrupaciones de consumidores conformaron una mesa de trabajo para resolver formas y montos de compensaciones para el gran número de consumidores afectados. Un trabajo que se encuentra en una fase final, con miras a subsanar un daño que, para algunos, resulta irreparable. No obstante, a pesar de que ambas firmas se autodelataron para no ser multados por este delito, los antecedentes conocidos esta semana indican que la verdad a la ciudadanía fue contada a medias.

 

Nuevos antecedentes sostienen que la también conocida como la Papelera confesó haber establecido acuerdos colaborativos con la empresa Kimberly Clark, con miras a elevar los precios de pañales desechables. La multinacional habría participado de esta práctica en contra de la libre competencia, desde 2002 a 2009 de acuerdo a lo sostenido por la compañía del Grupo Matte. Así ésta no sería una empresa proba, como muchos pensaban. La delación de Cmpc finaliza sosteniendo que se intentó contactar a la multinacional Procter & Gamble con los mismos fines colaborativos.

 

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Imagine que dos personas poseen los únicos dos pozos de agua disponibles en una localidad. La ambición de cada uno promovería una guerra de precios, con tal de que ojalá todos los habitantes se decantaran por adquirir agua sólo de un pozo. Sin embargo, la unión de ambos empresarios podría generar una fijación de altos precios comunes, haciendo irrelevante la preferencia de un pozo sobre el otro. Si se piensa que ambos poseen toda el agua disponible en la localidad, podrían cobrar el precio más alto que la gente estuviera dispuesta (u obligada por necesidad) a pagar.

 

Este simple ejemplo ilustra lo nocivo que resulta la colusión para la vida de las personas, obligadas a sacrificar riquezas y bienestar para solventar ambiciones desmedidas. Las sociedades debieran repudiar dichos comportamientos, si el fin último es vivir mejor.

 

 

 

 

 

 

 

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Matías Godoy Mercado

Director de Economía para todos

www.economiatodos.cl

 

 

 

 

 

 

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