La constructora brasileña Odebrecht pagó aproximadamente 788 millones de dólares en sobornos en 12 países de Latinoamérica y África, incluido Brasil, según documentos publicados hoy por el Departamento de Justicia de Estados Unidos.
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Esta forma corrupta de operar con los gobiernos de distintos países fue descubierta en la Operación Lava Jato, las investigaciones que la fiscalía brasileña ha llevado a cabo durante más de dos años por el caso de sobornos a políticos del país a través de la empresa petrolera estatal Petrobras.
Los pagos se hicieron en relación con «más de 100 proyectos en 12 países, incluidos Angola, Argentina, Brasil, Colombia, República Dominicana, Ecuador, Guatemala, México, Mozambique, Panamá, Perú y Venezuela», según los documentos del Tribunal del Distrito Occidental de Nueva York.
La divulgación de esos papeles coincidió con el anuncio hoy de Odebrecht de que firmó acuerdos por los que se comprometió a pagar multas sumadas por 6.959,4 millones de reales (unos 2.047 millones de dólares) a los gobiernos de EE.UU., Brasil y Suiza para compensar los actos ilícitos por los que se le investiga en los tres países.
En Brasil, esos actos ilícitos empezaron en 2003 y continuaron hasta 2016, periodo en el que Odebrecht pagó en su país «aproximadamente 349 millones de dólares en sobornos corruptos hechos a partidos políticos, funcionarios extranjeros y sus representantes».
La empresa abonó ese dinero con el fin de «asegurar una ventaja indebida para lograr o retener negocios para Oderbrecht», de acuerdo con el Departamento de Justicia estadounidense.
Fuera de su país, la compañía pagó unos 98 millones de dólares en Venezuela, entre 2006 y 2015, a «funcionarios e intermediarios del Gobierno» para «obtener y retener contratos de obras públicas».
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Asimismo, desembolsó 92 millones de dólares, entre 2001 y 2014, en la República Dominicana a «funcionarios e intermediarios del Gobierno» y, como resultado, obtuvo unos beneficios de 163 millones de dólares.
Cuantioso fue también el desembolso en Angola, donde, desde 2006 a 2013, Odebrecht pagó más de 50 millones de dólares a funcionarios del Gobierno para conseguir «contratos de obras públicas» y, a cambio, se hizo con unos beneficios de 261,7 millones de dólares.
En Argentina, la constructora pagó, entre 2007 y 2014, más de 35 millones de dólares a «intermediarios con el acuerdo de que esos pagos pasarían, en parte, a funcionarios del Gobierno».
Esos sobornos tenían relación con «al menos tres proyectos de infraestructura» y, como consecuencia, la compañía se llevó unos beneficios de 278 millones de dólares.
La corrupción de Odebrecht también llegó hasta Colombia, donde pagó más de 11 millones de dólares, entre 2009 y 2014 para adjudicarse «contratos de obras públicas», y logró un beneficio de más de 50 millones de dólares.
En Ecuador, entre 2007 y 2016, la constructora hizo pagos corruptos por valor de más de 35,5 millones de dólares a «funcionarios del Gobierno», lo que le generó unos beneficios de más de 116 millones de dólares.
Según el informe del Departamento de Justicia, entre 2013 y 2015, durante el gobierno del presidente guatemalteco Otto Pérez Molina, la constructora brasileña destinó unos 18 millones de dólares en sobornos a funcionarios del Gobierno para obtener contratos de obras públicas con los que obtuvo 34 millones de beneficios.
En México, las mordidas a los funcionarios sumaron unos 10,5 millones de dólares, y Odebrecht logró más de 39 millones de dólares de beneficios con los contratos que aseguró a resultas de ellas.
Entre 2011 y 2014, la compañía brasileña pagó 900.000 dólares a funcionarios corruptos de Mozambique que el documento no identifica, mientras que en Panamá, país en el que Odebrecht ha tenido gran actividad de obras en los últimos años, los sobornos ascendieron a 59 millones de dólares.
Según el documento oficial, los pagos a funcionarios corruptos e intermediarios se realizaron entre 2010 y 2014, durante la administración del anterior presidente, Ricardo Martinelli, y con los contratos obtenidos la empresa logró 175 millones de beneficios.
El texto menciona como ejemplo el pago entre 2009 y 2012 de seis millones de dólares «a dos familiares cercanos de un alto funcionario del gobierno» relacionado con obras de infraestructura, que no identifica, y las coimas se realizaron a cuentas extranjeras designadas por el funcionario panameño y los intermediarios.
Sobre Perú, los sobornos por un total de 29 millones de dólares tuvieron lugar entre 2005 y 2014, y los beneficios fueron de 143 millones de dólares.
PUB/FHA