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La increíble historia detrás de las primeras imágenes a misteriosa tribu indígena brasileña

“Me gustaría volver allí, pero creo que no podemos tener contacto. Necesitamos preservarlos y quiero que mis fotos sirvan para protegerlos para que no tengan problemas externos”, expresó Stuckert.

El fotógrafo Ricardo Stuckert se encontraba volando en helicóptero en el estado Acre en Brasil, en donde tomaba registros a indígenas de la zona que se encuentra en el límite con Perú en pleno Amazonas, cuando una lluvia torrencial y la llegada de la noche obligo a la nave a andar a más baja altura.

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En ese instante, logró divisar una desconocida tribu, tomándole fotografías que adquieren un valor de históricas ya que son las primeras sobre el mencionado grupo.

«Es como encontrar una aguja en un pajar. Pura suerte», sostuvo a BBC Mundo el profesional, agregando que «después de la lluvia, fuimos y vimos algunas chozas de paja. Estábamos volando muy rápido, pero vimos plantaciones y decidimos volver. Encontramos a la tribu y empezamos a fotografiar».

Al sentir al helicóptero, aprovechando la baja altura que llevaba, la tribu respondió con una docena de flechas, para ahuyentar a los desconocidos.

«Es un registro importante, pero es una agresión. Por lo tanto, tenemos cuidado de no volar más bajo para no asustarlos tanto. Por otro lado, el mundo tiene que saber que existen y que necesitamos políticas para conservarlos, sostuvo Carlos Meirelles, quien trabaja con la Fundación Nacional Indígena y quien se encontraba en la delegación.

La desconocida tribu fue llamada «indígenas de Maíta», viviendo en las cercanías del río del mismo nombre, siendo cerca de 300 personas, cifra considerada alta para un grupo que vive de manera aislada.

«Las mujeres usan faldas y tienen plantaciones de algodón. Son signos de un pueblo que teje. Algunos de ellos también tienen un cabello inusual: la mitad de la cabeza calva y largo de la mitad para atrás», señaló Meirelles.

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Pese a que existían registro sobre la existencia de la tribu y en que área se encontraban, no se sabía la ubicación exacta del grupo.

«Me gustaría volver allí, pero creo que no podemos tener contacto. Necesitamos preservarlos y quiero que mis fotos sirvan para protegerlos para que no tengan problemas externos», expresó Stuckert.

Por último, Meirelles afirmó que «estaba muy feliz de saber que están bien. Fue muy bueno ver que tienen cultivos y están en su espacio. El problema es que nadie sabe hasta cuándo».

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