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Salida del ministro de Economía: las razones de Macri para sacar al hombre fuerte del gabinete

El presidente argentino, Mauricio Macri, sacó al principal ministro de su equipo económico y colocó en su sustitución a dos hombres «pro mercado», un cambio que se produce en un escenario de alto déficit fiscal y desafíos de financiación para Argentina.

A poco más de cumplir un año de mandato, Macri le pidió la renuncia al ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, y dividió en dos esa cartera.

Al frente del nuevo Ministerio de Hacienda estará Nicolás Dujovne, un economista de 49 años, con amplia trayectoria como asesor en asuntos fiscales en campañas presidenciales, entidades públicas, bancos y empresas argentinas y extranjeras, y que como actual director de su propia consultora se ha mostrado a favor de hacer ajustes fiscales.

En tanto, para comandar el nuevo Ministerio de Finanzas fue designado Luis Caputo, de 51 años, con experiencia en el área financiera en entidades como el JP Morgan y el Deutsche Bank y quien como secretario de Finanzas tuvo este año un rol clave en la negociación para resolver el conflicto con fondos especulativos por la deuda en cese de pagos desde finales 2001.

La salida de Prat-Gay

La salida de Prat-Gay se rumoreaba desde hace unos días, particularmente luego de que el Gobierno se viera obligado a negociar con sectores sindicales y políticos cambios en el impuesto que pesa sobre los salarios y a los que el ministro se había opuesto por el coste fiscal de la modificación pretendida por los gremios y la oposición.

También venían desde hace meses los «dimes y diretes» sobre las supuestas internas dentro del Gobierno sobre el rumbo de una economía que no logra salir de la recesión y las diferencias entre Prat-Gay y el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, sobre la política monetaria basada en metas de inflación.

Aunque en contra de las promesas del nuevo Gobierno la economía no logró despegar este año, la inflación se moderó pero aún es elevada y las inversiones extranjeras no llueven, no por ello se le dejan de reconocer a Prat-Gay «logros» importantes durante su gestión.

«No estoy acostumbrado a que se vaya un ministro de Economía que generó más soluciones que problemas. El de Prat-Gay fue un buen trabajo. No paró de cosechar éxitos. Si Argentina tuvo una recesión y no una crisis este año fue por el trabajo de Prat-Gay», señaló hoy a Efe Ramiro Castiñeira, economista jefe de la consultora Econométrica.

El experto destacó que Prat-Gay fue «parte crucial» para la negociación de la deuda y el fin del cese de pagos, para el levantamiento de las restricciones cambiarias, la eliminación de las trabas a las importaciones y el impulso del blanqueo de capitales.

Castiñeira, quien remarcó que si el año que viene Argentina vuelve a crecer será gracias al «trabajo realizado este año», admitió que el «punto débil» de Prat-Gay ha sido en la política fiscal, con un abultado déficit heredado del Gobierno de Cristina Fernández (2007-2015), lo que en parte explica su reemplazo por expertos en materia fiscal y de financiación.

«Son hombres pro mercado, que conocen muy bien el sistema financiero y que se manejan con holgada cintura», observó el economista.

Sobre Dujovne, destacó que, por su experiencia en el mercado financiero local e internacional, tiene un «fluido contacto con ese sector en una Argentina que heredó un desborde fiscal y que, por lo tanto, necesita de los mercados para financiarse», mientras que de Caputo dijo que el economista «demostró una excelente habilidad en la negociación de la deuda».

Para Fausto Spotorno, economista jefe de la consultora Orlando Ferreres, en la salida de Prat-Gay del Ejecutivo han incidido «diferencias» internas respecto de «las formas de trabajar dentro del Gobierno», pero, además, un «cambio en lo que se necesitaba que hiciera el ministro de Hacienda y Finanzas».

Recordó que cuando Prat-Gay fue nombrado ministro, hace un año, Macri necesitaba a alguien que «supiera cómo salir del cepo cambiario y cómo arreglar con los holdouts» (acreedores de la deuda en mora).

«Pero ahora la situación es otra, un contexto en el que es cada vez más difícil colocar deuda por los cambios en el escenario internacional, y los inversores se empiezan a preocupar por el déficit fiscal», apuntó Spotorno.

«Al principio bastaba con que Prat-Gay presentara una reducción gradual del déficit fiscal pero ya pasó un año y eso no se cumplió. Y ahora se necesita alguien que esté mirando mucho más de cerca el gasto público», añadió el experto.

 

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