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Columna de Beatriz Sánchez: El mérito y los emblemáticos

Se conocieron los resultados de la PSU y comienzan las lecturas sobre estos resultados. Lo extraño es que estos no arrojan una lectura muy distinta a la que ya conocemos.  

Curiosamente, el debate de esta última semana se ha concentrado en los llamados «liceos emblemáticos» y, específicamente, en el Instituto Nacional. Se le coloca, por parte de los interesados, en el paradigma del mérito a la hora de la educación de excelencia. Lo que no es cierto. Pero tampoco me engaño. Me pregunto: ¿cuánto tienen que ver sus resultados con el duro proceso de selección que hace? ¿En otras palabras, si tu objetivo son buenas notas y puedes seleccionar por notas, a lo mejor de toda la región, puedes tener malos resultados?

Con esto no busco criticar a este establecimiento, sino que señalar que mirar al Instituto Nacional o los liceos emblemáticos como el objetivo de la educación pública es muy errado. Que colocar al Instituto Nacional como ejemplo para hablar de mérito es una discusión errada e injusta, porque el mérito sólo se lo lleva un puñado de jóvenes, cuando hay cientos de miles que se esfuerzan pero la comuna y el entorno familiar en que nacieron, jamás los llevarán hasta el Instituto Nacional.

Este paradigma que se instala, respecto al valor del esfuerzo, al mérito personal, es lo que discuto. Se nos dice una y otra vez que si somos responsables y nos esforzamos, podemos lograr lo que queramos. Pero es falso. En Chile nuestro futuro está definido por el lugar en que nacimos y la educación de nuestros padres. La movilidad social es prácticamente inexistente. El colegio hoy no hace la diferencia, sólo reproduce lo que somos: colegios para híper ricos, colegios para ricos, colegios para clase media y colegios para pobres. Cada uno de ellos reproduce y no cambia nuestro destino. Y sí, todos conocemos excepciones, pero son eso, excepciones.

¿Cuán difícil será avanzar en verdaderas reformas a la educación? Mucho. Mucho porque es complejo. Mucho porque se trata fundamentalmente de una lucha ideológica. Una discusión sobre la mirada del mundo. Un debate sobre el modelo económico impuesto.

Lo que está en discusión realmente es si seguimos formando a muchachos y muchachas para que sean gerentes, unos, y mano de obra, otros. Lo que está en discusión es si sólo formamos personas en la lógica de la competencia, de los «perdedores» y los «ganadores». Lo que está en discusión es si les entregamos sólo información y los entrenamos para que sumen y resten o buscamos que discutan, se involucren y dialoguen con el medio ambiente.

Lo que está en el debate es si los preparamos para vivir en conjunto y para querernos o para mirar a todos sus pares como rivales. Lo que está en juego es si los dejamos soñar… a todos, o sólo a algunos.

Las opiniones expresadas aquí no son responsabilidad de Publimetro

 

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