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Gobierno traspasará costos de evasión a operadores

El 2017 será un año clave para la reestructuración del Transantiago. A partir del término de los contratos de cuatro de los siete operadores actuales, el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones (MTT) dio a conocer ayer los contenidos esenciales de las nuevas bases de licitación. Entre las novedades exhibidas, destaca la modificación en el modelo de pago actual con que el gobierno transfiere recursos a las empresas, pretendiéndose que las utilidades obtenidas por los privados dependan directamente del pago de pasaje y la calidad de servicio. Es decir, a mayor evasión menos ganancias. Lo cual enfrentará a los operadores directamente con el fenómeno que ha posicionado al sistema de transporte capitalino como el de mayor evasión a nivel mundial (28%).

Según las condiciones actuales, el pago por pasajero transportado (PPT) representa aproximadamente el 70% de los ingresos percibidos por las empresas, de los cuales dependen para cubrir los costos operacionales. Este esquema permite a los operadores negociar con el gobierno cuando la demanda baja. A partir de la propuesta del Ministerio, esta constante evaluación desaparece y los costos de operación pasarán a depender del pago por amortización y el pago por kilómetro recorrido (PPK), mientras que el PPT generará las utilidades. Esta figura relacionará la rentabilidad directamente con la evasión, lo que pretende impulsar a los privados a asumir este fenómeno que desde la puesta en marcha del sistema parece imparable. 

“Hoy los operadores se conforman con el mínimo esfuerzo, en cambio, si ven que la evasión afecta sus utilidades tomarán más medidas para revertir ello”, señaló el subsecretario de Transporte, Carlos Melo.   

A partir de estas nuevas licitaciones, la ganancias de las empresas estarán también supeditadas a una serie de indicadores de calidad que las “premiarán o castigarán” dependiendo de factores como detención en paraderos, regularidad y puntualidad, comportamiento de los conductores y calidad de los vehículos. Dependiendo de ello, las empresas arriesgan un castigo de hasta el 5% de los ingresos, mientras que en el caso de cumplirlos podrán ser favorecidos con hasta el 10%.

Aumento de operadores

Desde el MTT se confirmó el aumento en el número de operadores de cuatro a seis, siempre en el caso de aquellos que culminan sus contratos en 2018. El objetivo de este aumento es disminuir riesgos para el sistema, así como facilitar la gestión a las empresas. 

“Cuando tienes unidades muy grandes -aseguró Melo-, tienes problemas de gestión, principalmente en lo que refiere a los trabajadores, existiendo más riesgos de paralización”. 

Cada unidad estará compuesta por 600 ó 700 buses, y pese a esta disminución, el aumento de operadores implicará un crecimiento de 6,7% en el número de buses, lo que equivale a 435 nuevos vehículos. Dicha alza irá acompañada de 18 nuevos recorridos y 17 modificaciones, lo que sumará 500 kilómetros a la red del Transantiago. Además, se flexibilizarán las áreas destinadas a cada operador con el objeto de aumentar la competencia.

Toda las empresas, incluso las actuales, podrán participar del proceso de licitación que se espera abra durante el segundo semestre de 2017. Sin embargo, en el caso de aquellas que hoy son parte del sistema -o de accionistas que posean más del 10% de las acciones- “se analizará el desempeño de los últimos 12 meses”. En el caso de nuevos oferente, deberán acreditar la operación de al menos «300 buses simultáneamente en servicios de transporte público rural, urbano o interurbano”. Para este caso, desde la Subsecretaría de Transportes confiesan haber mantenido reuniones con diversos actores extranjeros del sector.  

A diferencia de los contratos vigentes, las nuevas reglas regirán por ocho años, a diferencia de los 10 actuales. Este periodo podrá ser extendido por 2 años, pero para ello debe ir acompañado de la incorporación de buses con cero emisión. 

Nuevas exigencias para los buses

Las nuevas condiciones con que operará el Transantiago implicará la renovación de la flota de buses, así como una serie de exigencias relacionados a las condiciones de confort y seguridad para usuarios y conductores. El recambio será progresivo, aunque en primera instancia implicará el ingreso de cerca de 1.500 máquinas al sistema.  

Entre las mejoras que abordan las bases de licitación se consideran exigencias como asientos acolchados, apoya pies, brazos en los asientos, mejoras en las demarcaciones al interior del bus, cabina aislada de seguridad para los conductores, pisos bajos e instalación de cámaras al interior de los vehículos. 

Con objeto de impedir máquinas muy deterioradas, las nuevas bases disminuyen en 200.000 kilómetros su vida útil. En el caso de los diesel, en la actualidad estos pueden trabajar hasta el millón, con las modificaciones este número se reducirá a los 800 mil. Con respecto a energías limpias, estas se verán beneficiadas con un mayor pago por kilómetro recorrido en comparación a los diesel, así como un kilometraje más amplio de vida útil. Además, la barrera de entrada sólo permitirá sumar vehículos con la norma Euro VI. 

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