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En junio de 2014, Jeremy Meeks fue detenido y acusado por porte ilegal de armas. Pasó dos años en la cárcel, pero uno un hecho que cambió su vida, más allá del difícil trance de estar privado de libertad: el Departamento de Policía de Stockton, California, Estados Unidos, publicó su foto del fichaje del recluso en su Facebook.
A partir de ese instante, la vida de Meeks tuvo un giro. Gracias a sus rasgos, piel morena y penetrantes ojos azules, la imagen se transformó en viral y recibió la chapa del “preso más sexy el mundo”.
De eso ya han pasado varios años y Meeks, ahora de 32 años, vive otra vida. Atrás quedaron los tiempos de las calles y la delincuencia. Ahora es un codiciado modelo, formó con una importante agencia (White Cross Management) y es una estrella de Instagram.
De aquella foto del fichaje, pasó a lucir su gran casa y sus autos deportivos. Se define como un padre de familia y siempre trata de lucir con su esposa. Todo un cambio que Meeks muestra en su redes.
PUB/AOS