El Índice Mensual de Actividad de la Construcción (IMACON), elaborado por la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), exhibió una caída anual de 3,9% en noviembre pasado. Esta es la cifra más baja de actividad sectorial registrada en los últimos siete años desde que, en noviembre de 2009 y por efecto de la crisis subprime, la actividad de la construcción registrara un retroceso de 3,8% en doce meses.
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Al respecto, Sergio Torretti, presidente de la CChC, dijo que «este fuerte retroceso es el reflejo de la baja inversión privada que existe en el país y de la debilidad general de la economía. No hay que olvidar que la actividad de la construcción depende mayoritariamente de las decisiones de inversión de los demás sectores productivos y que éstos inicien nuevos proyectos, lo que no está ocurriendo».
Subcomponentes del Imacon.
La contratación de mano de obra registró en noviembre una caída de 4% anual. Durante ese mes el empleo dependiente retrocedió 9,5% anual, mientras que los ocupados por cuenta propia se incrementaron 8,7% en doce meses.
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El índice de ventas de proveedores retrocedió en noviembre 9,9% anual, acentuando la tendencia a la baja de su crecimiento interanual observado en los últimos cinco meses.
La aprobación de permisos para la edificación continuó retrocediendo tanto en términos anuales como en el margen. Según cifras preliminares, la superficie aprobada para edificación se contrajo 30,7% anual, luego de que el mes anterior anotara una variación anual de -31,5%.
El gerente de Estudios de la CChC, Javier Hurtado, destaca tres aspectos del comportamientos de estos subcomponentes: «Nos preocupan la caída del empleo sectorial, ya que va acompañado de una menor calidad de éste por el aumento del empleo por cuenta propia; la contracción de la demanda por materiales de construcción, que da cuenta de un menor inicio de obras, y el fuerte retroceso de los permisos de edificación, puesto que este fenómeno está anticipando una menor actividad futura».
Actividad sectorial por región.
En la zona norte las ventas de viviendas nuevas continuaron desacelerándose, especialmente aquellas de mayor valor, situación similar a la de la zona centro, donde la actividad inmobiliaria también mostró cierto grado de deterioro, con ventas que fueron menores a las proyectadas por las empresas del rubro.
Por otro lado, los entrevistados de la zona sur dijeron sentirse preocupados por la escasa renovación de la cartera de proyectos de inversión. En el sector inmobiliario, la menor actividad se asoció tanto a la suspensión de compras terminado el efecto IVA como a una las mayores exigencias de pie para financiar la compra de viviendas.
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