Más de cien presos continúan fugitivos en el estado de Amazonas, en el norte Brasil, desde que a comienzos de año se registraron en varias cárceles de Manaos, la capital regional, violentas reyertas que han dejado decenas de reos muertos, informaron hoy fuentes oficiales.
PUBLICIDAD
De los 184 presos que huyeron a raíz de los motines ocurridos entre el 1 y el 2 de enero, las autoridades solo han capturado hasta el momento setenta internos por lo que 114 continúan huidos, según informaron a Efe fuentes de la Secretaría de Seguridad Pública de Amazonas.
Los reclusos fugitivos estaban en el Instituto Penal Antônio Trindade (Ipat), del que huyeron 72 personas, y en el Complejo Penitenciario Anisio Jobim (Compaj), ambos ubicados en Manaos.
El Compaj fue el escenario de una sangrienta revuelta que duró 17 horas y en la que miembros de la facción Familia do Norte (FDN) iniciaron una cacería contra integrantes del Primer Comando de la Capital (PCC), que opera principalmente en el estado de Sao Paulo.
El episodio supuso la segunda mayor masacre en la historia carcelaria de Brasil tras el ocurrido en 1992 en una Casa de Detención de Sao Paulo, popularmente conocida como Carandiru, en la que murieron 111 reclusos, la mayoría a manos de la Policía.
La cifra de muertos en Manaos se elevó después hasta los 60, pues otras cuatro personas fueron asesinadas en la Unidad de Prisión de Puraquequara (UPP), en la zona rural de la capital amazónica, mientras que en una cárcel del estado de Paraíba hubo dos más.
Asimismo, las autoridades encontraron el domingo tres cuerpos en avanzado estado de descomposición próximos al Compaj y se investiga si tienen relación con los sucesos de la semana pasada.
PUBLICIDAD
Ese mismo día, otros cuatro reos fueron asesinados en otro motín en una prisión pública del centro de Manaos que había sido reabierta para transferir de manera provisional a cerca de 300 presos de los centros penitenciarios citados con el objetivo de garantizar su seguridad.
Gobierno enviará una fuerza de élite
El Gobierno brasileño autorizó reforzar la seguridad de las cárceles de Amazonas y de otros estados con el envío de agentes de la Fuerza Nacional, un grupo de élite de carácter federal.
El ministro de Justicia, Alexandre de Moraes, respondió al pedido de ambos estados, situados en el norte del país, y anunció el envío de 200 hombres, cien por región, para ayudar a controlar la crisis en los presidios, los cuales han registrado varios motines en la última semana.
Desde que comenzó el año, Brasil atraviesa su enésima crisis carcelaria, la cual ha dejado al menos cien presos muertos en Amazonas, Paraíba y Roraima, estado último donde el viernes se hallaron otros 33 reos asesinados en la mayor cárcel de ese estado.