El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, formuló este martes un dramático llamado a la unión «más allá de nuestras diferencias», en su último mensaje a la nación antes de pasar el mando a su sucesor, Donald Trump, el 20 de enero.
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Obama dijo que el país estaba ahora «más fuerte» que hace ocho años, cuando llegó al poder, y aunque aseguró que la sociedad había mejorado las relaciones raciales, admitió que el tema sigue siendo una «fuerza divisiva» entre los estadounidenses.
Desde el centro de Convenciones McCormick, junto al lago Michigan, en la ciudad de Chicago, el mandatario saliente instó a los estadounidenses a creer en su capacidad para promover cambios.
«Les pido que crean. No en mi capacidad de promover un cambio, sino en la capacidad de ustedes», dijo Obama, para cerrar con la frase con que pavimentó su camino a la presidencia: «Sí, podemos. Sí, lo hicimos».
Asimismo, aseguró que negar el cambio climático «traiciona a futuras generaciones».
«Podemos y debemos discutir sobre la mejor forma de abordar el problema. Pero simplemente negar el problema, no solo traiciona a futuras generaciones, sino que también traiciona el espíritu esencial de nuestro país», expresó.
El último viaje de Obama en el avión presidencial Air Force One fue un peregrinación a la ciudad que lo adoptó y lo catapultó políticamente.
Muchos desafiaron el gélido invierno de Chicago para asistir al discurso del mandatario saliente, en el que también estuvieron presentes la primera dama, Michelle Obama, el vicepresidente, Joe Biden, y su esposa, Jill.