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La octava generación del Toyota Camry ha sido presentado en el Salón del Automóvil de Detroit, lugar de gran importancia para el fabricante nipón, ya que el Camry es un modelo hecho en EE.UU para estadounidenses.
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El nuevo Camry destaca por un diseño más deportivo e imponente aunque con la clara mirada de un Camry. Al igual que lo hizo el Corolla, existirá una versión deportiva, llamada XSE que se diferencia de la tope XLE, por un diseño diferente de la parrilla frontal, llantas de 19 pulgadas, mientras que la XLE son de 18. También la versión deportiva incluye un spoiler trasero, escape de mayor tamaño.
EL interior del Camry, mantiene su atmósfera lujosa característica. Cuenta con una pantalla táctil de 8 pulgadas que cuenta con sistema de infoentretenimiento, además de un tablero digital de 7 pulgadas, asientos y volante cubierto en piel, lo que le da mucho lujo.
En cuanto a seguridad, el nuevo Camry equipa el más alto nivel para proteger a los ocupantes, donde destacan 10 airbags, control de estabilidad y tracción, distribución y asistencia de frenado, ABS y el sistema de frenaje de Toyota. A ello se suma el sistema de Pre-Colisión con Detector de Peatones (PCS con PD), Control Automático de la Velocidad con Radar Dinámico (DRCC) de velocidad completa, Asistente de Manejo en Carril con Asistencia de Dirección (LDA con SA) y Luces Altas Automáticas (AHB)
Las motorizaciones será una V6 de 3.5 litros para la versión deportiva XSE y el 2.5 litros de cuatro cilindros, ambos acoplados a una transmisión automática Direct-Shift de 8 velocidades, sumado al sistema híbrido THS II, que se une a la caja CVT de la marca.
