El descubrimiento de tres cachorros vivos entre los escombros del hotel devastado por una avalancha dio nuevas esperanzas a los rescatistas, mientras que en Italia se preguntan si la catástrofe, que dejó 7 muertos y 22 desaparecidos, pudo haberse evitado.
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«Es una señal de vida importante que nos da esperanza», declaró a la prensa el bombero Fabio Jerman, después de que se salvaran a los tres perritos, cuyos progenitores fueron encontrados indemnes el jueves a 4 kilómetros del hotel ubicado en la localidad de Pescara.
Cinco días después de la tragedia, los socorristas continúan excavando en la nieve para tratar de encontrar supervivientes entre los escombros.
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«Luchamos contra el tiempo, somos conscientes de que hay que ir rápido. Pero la operación se desarrolla en un marco muy poco favorable», admitió el portavoz de los bomberos, Luca Cari.
Pocas horas después, los bomberos anunciaron que hallaron el cadáver de una mujer dentro de la estructura sepultada, llevando a siete las víctimas mortales del accidente.
El viernes, los rescatistas encontraron nueve supervivientes quienes relataron haber pasado 48 horas en medio de la oscuridad, el frío y silencio, y que comieron nieve para no deshidratarse.
Las labores de búsqueda avanzan lentamente y a veces se efectúan sin maquinarias, por miedo a provocar derrumbes dentro del edificio, sepultado por una avalancha con la fuerza de 4.000 camiones a gran velocidad, según estimaciones de las autoridades italianas.
«Falta de eficacia»
El jueves se abrió una investigación judicial por homicidios involuntarios para establecer posibles responsabilidades, informó en una conferencia de prensa la fiscal de Pescara, Christina Tedeschini.
«La investigación acaba de empezar», advirtió Tedeschini, precisando que se estudiará la apertura y la gestión del hotel, el mantenimiento de los accesos al establecimiento y la organización de los equipos de rescate.
Por el momento, la fiscal se limitó a mencionar «una falta de eficacia e interferencias» en las comunicaciones el día de la tragedia, precisando que es demasiado pronto para asegurar si una mejor organización hubiera podido salvar vidas.
Antiguo refugio, el hotel abrió sus puertas en 1972 antes de ser transformado, hace diez años, en un elegante establecimiento de 4 estrellas, una reforma que fue objeto de una larga investigación judicial que finalmente fue archivada en noviembre.
«En 70 años, la posibilidad de una avalancha nunca fue tomada en cuenta», aseguró a los medios Massimiliano Giancaterino, exalcalde de Farindola, cuyo hermano falleció en la avalancha.