La sentencia de la Corte Suprema británica que ordena al gobierno que espere a la aprobación del Parlamento para iniciar la salida de la Unión Europea, es la victoria de Gina Miller, una desconocida hasta hace poco.
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Cuando solicitó formalmente que la Corte Suprema del Reino Unido determinara la competencia de los legisladores para injerir sobre el «brexit”unos días después del plebiscito del 23 de junio, Miller esperaba críticas, pero no lo que vino luego. «No esperaba tener que cambiar mi vida privada», confió la mujer de 51 años, quien ha salido en la mayoría de las portadas de los medios ingleses.
Su vida
Gina Nadira Miller nació el 19 de abril de 1965, a los 10 años fue enviada a Inglaterra para estudiar en la Moira Casa Girls School. Posteriormente estudió derecho en la University of East London, aunque no finalizó sus estudios porque se regresó a Guyana. Posteriormente se tituló en marketing, obteniendo un master en Recursos Humanos.
Miller creció en un hogar políticamente activo, su padre, Doodnaught Singh, era fiscal general de Guyana, quien protagonizó una campaña en su país para que las inversiones financieras fueran más transparentes.
Fue dueña de un laboratorio fotográfico en 1987, antes de convertirse en directora de marketing y eventos en 1990 de la BMW. Dos años más tarde inició una agencia de comercialización de servicios financieros, y puso en marcha el Programa de inversión del Senado en 1996. En febrero de 2009, Miller co-fundadó la empresa de inversión privada SMC junto a su marido.
Gina, es conocida por combatir los cargos ocultos en las pensiones y la inversión.
Las amenazas
Miller lleva meses soportando amenazas de muerte e insultos racistas por llevar a los tribunales la pretensión de su gobierno de ignorar al Parlamento en el Brexit, y el dictamen de este martes no hará que se calmen.
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Para muchos, la directora de un fondo de inversiones de 51 años, nacida en Guyana cuando aún era colonia británica y madre de tres hijos, es una heroína.
Pero para muchos otros es una invitada indeseada a la fiesta, que pretende invalidar la «voluntad popular» de abandonar la Unión Europea expresada en el referendo de junio.
Ante las voces que invalidan los argumentos de la empresaria por ser extranjera, Miller ha respondido enfáticamente que «nací británica porque nací en la Guyana británica. Se convirtió en independiente tras mi nacimiento. Llevo 41 años en el Reino Unido. Tengo un pasaporte británico, mis hijos son británicos, mi marido es británico, tengo todo el derecho del mundo a presentar una demanda como ciudadana británica».
«Un niño de 10 años hizo un dibujo de mí con un emblema de superhéroe que decía:’¡Adelante, Gina!’. Lo guardo en mi mesa (…) eso me da fuerzas. Porque no soy invencible», sentenció Miller a la prensa local.