La Mesa del Vino, convocada por la Asociación de Vinos de Chile, levantó el catastro de las hectáreas de viñedos quemados hasta la fecha por los incendios a lo largo del país. La cifra alcanza las 94 hectáreas de Vitis vinífera sobre un total de 141.000 a nivel nacional.
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Dicha pérdida se concentra, hasta el momento, en viñas de pequeños productores, varios de ellos con producción de vinos de cepas centenarias. Adicionalmente, se reportan miles de hectáreas quemadas de bosques esclerófilos, cerros y pastizales en valles vitivinícolas.
De acuerdo a la información levantada hasta ahora -en conjunto con las Rutas del Vino de los diferentes Valles, Asociación de Enólogos, MOVI, VIGNO, y la colaboración de distintos productores-, se concluye que la situación de los Valles Vitivinícolas, al momento, indica que:
Casablanca: sigue en alerta en relación al incendio de Curacaví pero sin viñedos quemados.
Maipo: se quemaron 10 hectáreas de viñedos en la zona de Pirque, y no se han detectado focos posteriores.
Cachapoal: no se reportan viñedos quemados hasta ahora.
Colchagua: los sectores más afectados son las zonas de Peralillo y Marchigue, donde hay 7 hectáreas de viñedos quemados.
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Curicó: no se reportan viñedos quemados hasta ahora.
Maule: la zona de Maule Costa es la más afectada. Hasta el momento se han identificado 75 hectáreas de viñedos quemados en la zona de Cauquenes, principalmente de pequeños productores con viñedos antiguos, y cepas patrimoniales como la país y carignan. Este levantamiento está en proceso, ya que la zona está aún en plena contingencia.
Itata y Biobío: en ambos existirían nuevos focos de incendios que podrían afectar a pequeños viticultores, pero aún no contamos con información oficial al respecto.
A raíz de esto, las Asociaciones que forman parte de la Mesa del Vino ya están abocadas a levantar las necesidades del sector en cada zona afectada. Entre otras actividades, se acordó la realización de una evaluación de daños en los viñedos, para luego entregar asistencia técnica y reunir recursos para la compra de insumos y herramientas agrícolas que ayuden a la recuperación productiva de los viñedos.