Han trabajado mano a mano con personal de bomberos. Desde que se iniciaron los incendios forestales de manera simultánea en las regiones del Maule y Bío Bío, los lanzaaguas de Carabineros, popularmente conocidos como «guanacos», se han convertido en un apoyo fundamental a la hora de combatir el fuego. Y, han funcionado.
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Fue el propio General Director de Carabineros, Bruno Villalobos, quien ordenó a las jefaturas policiales de las regiones afectadas, apoyar al trabajo de brigadistas y bomberos, con estos carros cuyo estanque tiene una capacidad de 6 mil litros. Actualmente, cuatro lanzaaguas operan en la región y no se descartaría que se sumaran otros más.
«Bomberos no podía concurrir a todos los focos y nosotros apoyamos. A veces, trabajamos en conjunto, otras veces estamos solos frente a los incendios. Ha resultado ser una ayuda muy fuerte para la comunidad, porque muchas veces somos los primeros en llegar y por la condición de los vehículos, se hace más fácil concurrir a estos sectores», contó Julio Santelices, prefecto subrogante de Carabineros de Concepción.
Este viernes los lanzaaguas realizaron un trabajo de contención en el sector de Vilumanque y Villa el Rosario, lugar donde el carro colaboró mojando la vegetación que rodea las casas para evitar la propagación del fuego. Pese a que no son populares, ya que se utilizan para contener disturbios, esta jornada se convirtieron en héroes y recibieron el agradecimiento de los vecinos.
Santelices explica que los «guanacos» no solo han sido utilizados para lanzar agua, sino que para abastecer a bomberos en lugares donde no hay grifos. «Además de la capacidad, de 6 mil litros, tiene un alcance más amplio y permite llegar con el chorro más lejos. Es efectivo y eficiente», explicó el prefecto.
