El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, instó a las Fuerzas Armadas del país a involucrarse en su «guerra contra las drogas», tras retirar de la campaña a los servicios de inteligencia y a la Policía, debido a un escándalo de corrupción que afecta a ambas instituciones.
PUBLICIDAD
Duterte aseguró que tiene el derecho de firmar una orden ejecutiva para que el Ejército pueda sumarse a su polémica campaña de mano dura contra narcotraficantes y drogadictos.
«Estoy implicando a las Fuerzas Armadas de Filipinas y elevando el problema de las drogas como una amenaza a la seguridad nacional, por lo que puedo instar a las Fuerzas Armadas a prestar su apoyo», expresó el mandatario en un discurso en una convención de la Asociación Filipina de Distritos del Agua de Filipinas (PAWD).
El mandatario anunció esta medida a tres días que ordenara al Ejército detener a policías corruptos, tras reconocer que las fuerzas de seguridad del Estado han llevado a cabo prácticas abusivas escudándose en la campaña.
«A partir de ahora la policía en todo el país y quiero incluir al NBI (Buró Nacional de Inteligencia), el buró también queda suspendido de aplicar las leyes antidroga», exhortó frente al público presente en la conferencia de Davao.
El mandatario se mostró crítico con los agentes corruptos: «les damos trabajo, el rango que corresponde, una vida más o menos cómoda, y ustedes van y joden al pueblo cometiendo traición», expresó Duterte.
El político, famoso por incluir tacos e insultos en sus alocuciones, también se refirió con el calificativo «hijos de perra» a los narcotraficantes y drogadictos que, según su visión, ponen en peligro la seguridad y el progreso de Filipinas.
PUBLICIDAD
¿Corrupción?
La presunta corrupción de la Policía quedó en evidencia luego que a finales de enero saliera a la luz el caso de Jee Ick-joo, un directivo surcoreano que fue asesinado en octubre pasado en Campo Crame, el cuartel general de la Policía Nacional en Ciudad Quezón.
La muerte del surcoreano suscitó fuertes críticas a la política antidroga de Duterte, además de poner en evidencia la corrupción en las fuerzas de seguridad.
El presidente dejó en claro que una vez que finalice la «limpieza» de la Policía reanudará su controvertida campaña contra las drogas y la prolongará hasta el final de su mandato, que concluye en el año 2022, y no solo hasta junio de este año como estaba previsto.
El nuevo anuncio de Duterte llega un día después de que Amnistía Internacional presentara un informe en el que acusa al Gobierno de «crímenes contra la Humanidad» en el marco de la lucha contra las drogas, al asegurar que ésta encubre asesinatos a sueldo, falseo de atestados y robos perpetrados por agentes.