Durante esta jornada Irán llevó a cabo unos ejercicios militares con misiles, incrementando las malas relaciones que sostiene con Estados Unidos, que desde la investidura de Donald Trump multiplica las declaraciones hostiles contra su enemigo histórico.
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Irán es «el Estado que más apoya el terrorismo en el mundo», afirmó el nuevo secretario de Defensa, James Mattis, durante una visita a Tokio.
Los ejercicios militares tuvieron lugar en la región de Semnan, al noreste del país, un día después de que Estados Unidos impusiera nuevas sanciones a Irán en respuesta a un disparo de prueba de un misil balístico el 29 de enero, que enfureció a la administración estadounidense.
Según los Guardianes de la Revolución, el cuerpo militar de élite iraní, estas maniobras tienen como objetivo mostrar «la total preparación para hacer frente a las amenazas» y a las sanciones «humillantes» adoptadas contra Irán.
Durante los ejercicios se iban a probar diferentes sistemas de radares y misiles de fabricación local, así como centros de mando, según Sepahnews, la página web de los Guardianes de la Revolución.
La lista de misiles utilizados, según la lista publicada por Sepahnews, muestra que se trata de artefactos de muy corto alcance (75 kilómetros). Teherán afirma tener varios tipos de misiles, incluso de largo alcance (2.000 km) capaces de llegar hasta Israel, enemigo jurado de Irán, que no reconoce su existencia.
Advertencia desde Irán
«Si el enemigo comete un error, nuestros misiles caerán encima de él», advirtió el general Amir Alí Hajizadeh, comandante de la división aeroespacial de los Guardianes de la Revolución, citado por la agencia Tasnim.
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Las tensiones entre Irán y Estados Unidos, que rompieron sus relaciones diplomáticas un año después de la Revolución Islámica de 1979, se acentuaron brutalmente tras la investidura de Donald Trump el pasado 20 de enero
Poco después del anuncio de las nuevas sanciones, el gobierno iraní replicó afirmando que actuaría «de forma recíproca» e impondría «límites legales a ciertos individuos y empresas estadounidenses que desempeñaron un papel en la creación y apoyo de grupos extremistas terroristas en la región».
La reciprocidad contra ciudadanos estadounidenses ya fue aplicada tras la decisión de la administración Trump de prohibir la entrada a Estados Unidos a ciudadanos de siete países de mayoría musulmana, entre ellos Irán.