Un agente de policía fue imputado el domingo en Francia por violación en conexión con la violenta detención de un joven en un suburbio parisino, que resultó herido de gravedad tras presuntamente haber sido sodomizado con una porra.
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Otros tres agentes fueron inculpados por violencia durante el arresto de este joven de 22 años, la noche del jueves a raíz de un control de identidad en Aulnay-sous-Bois, una localidad multiétnica del extrarradio (norte) de la capital francesa.
Los cuatro policías fueron suspendidos de sus funciones el domingo.
La fiscalía indicó que los agentes quisieron controlar la identidad de un grupo de una docena de personas, sospechosas de «vigilar puntos de venta de drogas» en este suburbio popular francés.
Durante el operativo «lograron detener a un hombre de 22 años».
Como el joven se resistía al arresto, los agentes utilizaron gas lacrimógeno y «uno de ellos usó una porra extensible», agregó, sin dar más detalles.
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El joven, que sufrió heridas graves a nivel del ano, tuvo que ser operado. También sufrió lesiones en la cabeza y rostro. Este lunes continuaba hospitalizado.
El asunto desencadenó disturbios en Aulnay-sous-Bois el sábado por la noche, con coches y paradas de autobuses destrozados.
Aurélie, hermana mayor de Théo, lanzó este lunes «un llamado a la calma», mientras varios centenares de personas, madres de familia en primera fila, participaron en una manifestación en Aulnay-sous-Bois, donde vive el joven agredido.
«Ya basta de cow-boys en los barrios», dijo Houria, de 44 años, a la AFP. «Estamos hartos de la violencia. Mi hijo tiene 15 años, ¿y será a él a quien le bajarán los pantalones para violarlo ‘sin intención’? Los policías no respetan a los jóvenes, ¿Cómo quieren que los respeten a ellos?», añadió.
Durante los incidentes del fin de semana en este conjunto residencial multiétnico de unos 3.000 habitantes, varios vehículos fueron incendiados y unos policías fueron blanco de disparos con un mortero artesanal.
Las relaciones entre las fuerzas del orden y los jóvenes son a menudo conflictivas en los barrios sensibles en Francia, donde la policía es por lo regular considerada hostil.