El índice de Precios al Consumidor (IPC) registró una variación mensual del 0,5% en enero, de acuerdo a lo informado por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
De esta manera, el resultado se ubicó por sobre lo esperado ya que los analistas pronosticaban un aumento del 0,2%.
En tanto, anotó una variación de 2,8% en los últimos doce meses.
De acuerdo al reporte del INE, “en el primer mes del año, diez de las doce divisiones que conforman la canasta de IPC consignaron incidencias positivas y dos presentaron incidencias negativas”.
Entre las divisiones con alzas destacaron las bebidas alcohólicas y el tabaco con un 3,6%; Transporte con un 0,9% y Vivienda y Servicios Básicos con un 0,8%.
Mientras que en las divisiones con bajas, resalta Alimentos y Bebidas No Alcohólicas con un -0,1%.
«Hay algunos efectos puntuales»
Pese a lo sorpresivo de la cifra, para Juan Bravo, economista e investigador de Clapes UC, «aun así la cifra es bastante contenida, la inflación está en 2,8% anual que todavía está en el centro del rango meta del Banco Central (2-4%)».
El especialista comenta que esto sólo responde a «algunos efectos puntuales, por ejemplo lo de la gasolina, donde hubo un acuerdo de los países miembro de la Opep para restringir la producción y eso se notó ahora este mes (enero) y también hay algunos productos como el limón y eso tiene que ver también con temas puntuales que hay ciertos factores climáticos que han afectado la producción negativamente».
Pese a ello, Bravo insiste en que al ser circunstancias particulares, el costo de la vida «no debiese hacer un motivo de preocupación».
Por ello, tampoco prevé un cambio en el Banco Central respecto a frenar las bajas previstas para la tasa de interés, debido a que el ente emisor, actúa respecto de las perspectivas inflacionarias de mediano plazo no en base a los datos del último mes».
Sin embargo, Bravo reconoce que hay un efecto directo en el bolsillo través de la Unidad de Fomento (UF) que con este IPC se reajustará en $131, llegando hasta los $26.434,42 en marzo.
«De todas maneras esto tiene un impacto en las personas, sobre todo en los precios que se reajustan como los dividendos o los arriendos», concluye.
