«Oh, no…». Esas fueron las primeras palabras del juez Frank Caprio luego de leer el que sería su siguiente caso que tendría que dirimir en un tribunal de Rhode Island, en Estados Unidos.
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En la audiencia se veía el caso de Sarah, una mujer que fue multada por estacionar en un lugar que no correspondía. Esto, porque solamente se podía aparcar en dicha zona desde las 10:00 horas y ella lo hizo a las 09:59:58. Es decir, llegó dos segundos antes.
«¿Qué dice la Justicia para estos casos? ¿La cárcel?», indicó riéndose el juez a un inspector que se encontraba a su lado, el cual también no pudo ocultar las carcajadas que le provocó la situación.
La mujer en tanto se defendió diciendo que al ver la hora en su vehículo, tenía las 10:00 así que dejó estacionado el automóvil. Pero al volver, se encontró con la multa puesta por un oficial.
Sin dejar de reír, Caprio dio su dictamen en breves palabras: «Señora, puede irse». Posteriormente, el juez dio a conocer su opinión ante el caso, afirmando que «era ridículo».