La ex presidenta argentina Cristina Fernández anunció que suspendió sus vacaciones en el exterior argumentando que no tiene garantías constitucionales para dejar el país en el medio de sus numerosos problemas judiciales.
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Kirchner afirmó que su decisión se da ante una situación judicial que calificó de gravísima contra su persona, con «hechos inéditos en el período de la democracia argentina que se iniciara en 1983, los cuales son protagonizados por quienes deberían garantizar el ejercicio de los derechos reconocidos por la Constitución Nacional».
La decisión de Cristina se produce en un momento en el que afronta numerosas causas en la justicia argentina en las que se la acusa de lavado de dinero, abuso de autoridad y sobornos, al tiempo que su círculo íntimo también enfrenta distintos procesos judiciales, que incluyen la difusión de escuchas telefónicas privadas en la prensa.
La ex presidente había informado a los jueces que la investigan en diferentes causas, Claudio Bonadío y Julián Ercolini, que viajaría fuera del país entre el 14 y el 24 febrero, aunque este miércoles los notificó de la cancelación de esos planes.
La ex mandataria iba a viajar junto a su hija Florencia por una vieja promesa que le había hecho a la madre de su esposo fallecido, el ex presidente Néstor Kirchner, cuyos padres emigraron de Dubrovnik, Croacia.
Al mismo tiempo, el fiscal federal Eduardo Taiano pidió que la ex presidente, el ex ministro de Economía y actual diputado nacional Axel Kicillof; el ex titular del Banco Central de la República Argentina (BCRA) Alejando Vanoli y otras 12 personas sean enviadas a juicio oral y público en la causa del «dólar futuro», en la que se los acusa de haber beneficiado a inversionistas.