En una entrevista concedida al director de la revista italiana La Civiltà Cattolica, Antonio Spadaro, el máximo pontífice aseguró que “en el Vaticano hay corrupción”, aunque él vive en paz.
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En la entrevista, cuyos fragmentos serán publicados durante esta jornada, el papa Francisco habló también del uso del cilicio, sin rechazar su uso, «cuando entré en el noviciado de los jesuitas, me dieron el cilicio. Esta bien el cilicio, pero atención: no tiene que ayudarme a demostrar que soy bueno y fuerte. La verdadera ascesis tiene que hacerme más libre».
Respecto a posibles cambios dentro del Vaticano, el primer papa latinoamericano explicó que en las congregaciones generales previas al cónclave se hablaba de reforma, «Todos las querían. Hay corrupción en el Vaticano».
Al ser preguntado sobre su vida en la ciudad papal, el argentino bromeó con que ya no toma tranquilizantes y aseguró que en «Buenos Aires era más ansioso», pero que tras su elección sintió una paz interior que todavía le acompaña.
En relación a los abusos sexuales por parte de religiosos, Francisco dijo que «al parecer dos de cada cuatro abusadores han sufrido abusos y esto es devastador (…) en el caso de que estén implicados curas o religiosos está claro que está presente el diablo, que destroza la obra de Jesús a través de quien la tendría que anunciar».
En la ocasión también advirtió que «en la Iglesia hay muchos Poncios Pilatos que se lavan las manos para estar tranquilos, y un superior que se lava las manos no es padre y no ayuda».
El papa criticó que las estructuras de la Iglesia se puede encontrar «una atmósfera mundana y principesca» y añadió que los religiosos «tienen que contribuir a destruir este ambiente nefasto (…) no hay necesidad de convertirse en cardenales para creerse príncipes. Basta ser clericales. Esto es lo peor en la organización de la iglesia.
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A través de su cuenta de Twitter, el líder del vaticano hace un llamado a los feligreses a la esperanza.
La esperanza abre nuevos horizontes, nos hace capaces de soñar aquello que no es ni siquiera imaginable.
— Papa Francisco (@Pontifex_es) February 9, 2017