El gobierno chileno aceptó mediar en el conflicto entre la gerencia de Mina Escondida, la mayor productora privada de cobre del mundo, y sus trabajadores quienes se encuentran en huelga desde hace seis días por demandas salariales.
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La Dirección del Trabajo envió una invitación a los representantes de la minera y al sindicato de operarios de Escondida para restablecer el diálogo que concluya con el paro que realizan los más de 2.500 trabajadores en un campamento en las afueras del yacimiento, ubicado a 3.100 metros de altitud en el desierto de Atacama.
«Nuestro interés superior es que las partes lleguen a un acuerdo y que, por lo tanto, esa huelga legal se resuelva por los canales que establece nuestra institucionalidad», afirmó Paula Narváez, vocera de gobierno.
«Vamos a acudir a una invitación que se nos hizo desde la Dirección del Trabajo. Analizamos la invitación y la contestamos positivamente. Entendemos que es un acercamiento, vamos con muy buena disposición», dijo Carlos Allende, portavoz del Sindicato de Trabajadores de Escondida.
La directiva de la empresa Escondida, sociedad cuyo mayor accionista es la angloaustraliana BHP Billiton, no informó si accederá a la mediación.
El encuentro se realizará el miércoles en la ciudad de Antofagasta, ubicada a 170 km de la mina Escondida.
Los trabajadores exigen un reajuste salarial del 7%, un bono cercano a los 25 millones de pesos y mantener los beneficios contractuales para los nuevos operarios. La empresa rechazó el reajuste y ofreció un bono de 8 millones.
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No obstante, «la huelga se mantiene» hasta que no exista una respuesta positiva a sus demandas, explicó Allende.
La huelga de Escondida, responsable del 5% de la producción mundial de cobre, incidió en el aumento de un 12% del precio del cobre en enero, tras cuatro años de caída del valor del metal rojo lastrado por la desaceleracón de China, el principal importador de este mineral.
Los mineros de Escondida advirtieron que pueden mantener la huelga hasta dos meses.