El gobierno uruguayo definió el régimen tributario para las empresas de transporte privado con aplicaciones virtuales como Uber, en busca de regular la actividad, confirmó este miércoles el viceministro de Economía, Pablo Ferreri.
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La nueva disposición oficial intenta equiparar a los gremios y empresas de taxis en cuanto a exigencias fiscales con las compañías como Uber, dijo Ferreri al Canal 10 de TV.
Las empresas que utilizan aplicaciones deberán pagar un impuesto a la renta y el Impuesto al Valor Agregado. Los conductores asociados tributarán como pequeñas empresas y deberán contar con licencia profesional.
Uber, a diferencia de otras dos firmas que operan en Uruguay -Easy y Cabify-, está en desacuerdo y ha reclamado que a sus conductores se les cobre otro tipo de impuesto y con menores costos.
La Intendencia de Montevideo ya había elaborado en noviembre una serie de requisitos legales, técnicos, económicos y profesionales para los prestadores de servicios como Uber, así como sanciones por incumplirlos.
Esto surgió tras una acalorada polémica y duro conflicto con gremios patronales y de conductores de taxis que se alzaron en pie de guerra contra las plataformas virtuales de servicios de transporte.
Los taxistas realizaron diversos paros e incluso llegaron a generar emboscadas e impedir por la fuerza la labor de autos de Uber.
En agosto pasado, la Comisión de Promoción y Defensa de la Competencia de Uruguay consideró que Uber no violaba las leyes locales de libre competencia, como reclamaron judicialmente gremios de propietarios de taxis.