El Ejército de Liberación Nacional (ELN), única guerrilla activa de Colombia y con la que el gobierno actualmente se encuentra en proceso de negociación de paz, es el principal sospechoso de la explosión cerca de la plaza de toros de Bogotá que dejó 26 heridos, según anunció el alcalde capitalino.
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«Sí, esa es una de las hipótesis más fuertes», expresó a RCN Radio el mandatario local, Enrique Peñalosa, tras ser preguntado sobre la posible autoría del ELN del ataque.
El alcalde sostuvo que la explosión tiene similitudes con otras registradas el año pasado en la capital colombiana, en las que se responsabilizó al grupo rebelde, que el 7 de febrero instaló en Quito diálogos de paz con el gobierno de Juan Manuel Santos para superar medio siglo de conflicto armado.
«Si quieren de cualquier manera incidir por alguna razón en el proceso de las negociaciones, pues tenemos que estar todos muy alertas porque pueden estar interesados en hacer otros atentados», afirmó Peñalosa.
Por su parte, el ELN, alzado en armas contra el Estado en 1964 y con unos 1.500 combatientes según cálculos oficiales, aseguró este lunes que ninguna de sus estructuras se ha responsabilizado del hecho.
«Hasta este momento ninguna de las estructuras del ELN se reivindica la acción de ayer en Bogotá», indicó la Radio Nacional Patria Libre, medio oficial del ELN, a través de su cuenta en Twitter.
https://twitter.com/ELN_RANPAL/status/833661303734595584
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La explosión ocurrió el domingo hacia las 10:30 hora local y según las autoridades iba dirigida a los uniformados que instalaban el dispositivo de seguridad para la corrida de esa tarde. Peñalosa descartó la víspera que grupos antitaurinos tuvieran que ver con el atentado.
El artefacto explosivo, activado de forma remota a través de un celular, contenía hasta 1,5 kilos de amonal con metralla, indicó la Policía de Bogotá.
«Esperamos tener resultados muy pronto» sobre la investigación, señaló Peñalosa.
Según el ministerio de Defensa, un policía murió y al menos unas 31 personas resultaron heridas. Tres de los uniformados lesionados podrían perder la vista en uno de sus ojos, mientras que otro quedaría sin visión.
«Ya tenemos claridad absoluta sobre lo que está ocurriendo y quiénes están detrás de estos sucesos», afirmó de su lado el general Hoover Penilla, comandante de la Policía de Bogotá, a Caracol Radio, al relacionar el ataque con otros ocurridos el año pasado en la capital.
Con las negociaciones con el ELN, el gobierno de Santos busca «la paz completa», tras el acuerdo firmado en noviembre con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, marxistas), principal y más antigua guerrilla del país.