En una entrevista de trabajo no solo se considera el contenido de las respuestas o lo adecuado que sea tu perfil para el cargo al que postulas, sino cómo te comunicas verbal y no verbalmente con tu entrevistador.
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Se recomienda que el candidato salude verbalmente, dé la mano tranquilamente y sonría a su entrevistador. Es importante escuchar sin interrupciones al interlocutor y dejar que termine de hacer todas sus consultas. Además, permita que el entrevistador lleve la iniciativa de la conversación”, aconseja la jefa de la Unidad de Egresados Alumni de la Universidad del Pacífico, Catalina Reyes.
Ya sentado de manera correcta en la silla frente al reclutador, es de suma importancia cuidar el vocabulario y la manera en cómo te diriges al seleccionador de personal, agrega Reyes, quien enfatiza que la clave está en no olvidar que estás en una entrevista laboral y darle la seriedad que ello implica.
No hay que tutear al entrevistador, a menos que éste indique que se puede. Evita muletillas del estilo ‘¿o sea…?’, ‘¿vale?’, ‘¿me entiende?’. La recomendación es utilizar un vocabulario correcto, eliminando familiaridades, lenguaje coloquial y palabras demasiado rebuscadas. No respondas con monosílabos y procura dar contenido a tus respuestas, expresando en algún momento alguna frase o comentario que denote tu interés por el puesto”, recomienda la experta en empleabilidad.
Lo que dices y cómo lo comunicas estará siendo analizado por el entrevistador, por lo que es necesario mostrarse tranquilo y seguro mientras fluye el diálogo. Lo ideal es que el candidato «piense lo que va a decir; no es buena idea precipitarse. Si es necesario, debe tomarse un tiempo para responder a las preguntas, ya que es mejor eso que dar una respuesta incoherente que deje una muy mala impresión. No debe utilizar expresiones tajantes ni responder agresivamente, ni tampoco intentar alargar la entrevista innecesariamente”, asegura Reyes.
Consejos para la comunicación no verbal
La experta en empleabilidad da a conocer ciertos gestos y movimientos que se suelen hacer durante una entrevista de trabajo y que no favorecen al candidato:
- Mantener una postura erguida, pero sin mostrarse rígido, ya que parecería que está muy tenso. Tampoco es recomendable estar echado sobre la silla o la mesa, ya que demostraría demasiado relajo y exceso de confianza.
- No balancearse en la silla, ya que da la impresión de estar nervioso o de que no se está tomando en serio la entrevista.
- No jugar con algo en las manos. Movimientos con lápices, llaves o similares, podrían dar la impresión de estar nervioso.
- No cruzar brazos y piernas, pues transmite la impresión de estar a la defensiva. Si cruza las piernas, intenta que éstas sobresalgan del borde de la mesa.
- Mirar directamente a los ojos del entrevistador. Si evitas el contacto visual, da la sensación ser una persona insegura.
- Practicar técnicas de relajación previo a la entrevista, para evitar o disminuir los tics, muecas, tocarse la cara, frotarse las manos, los temblores corporales y en la voz, que suelen interpretarse como falta de control emocional.
- Mostrar las palmas de las manos al interlocutor, ya que transmite honestidad.
- No mirar la hora, de lo contrario da la impresión de que deseas irte.