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“Acá estamos, parados y de brazos cruzados”: el desolador escenario en Parral tras incendio forestal

Las llamas consumieron diversas viviendas en la localidad de San Alberto, dejando a muchas personas damnificadas. “Son muchos años de esfuerzo que se transformaron en cenizas. es fuerte, pero gracias a Dios estamos todos bien”, relató a Publimetro Alexis Pérez, uno de los afectados.

 

Cuarenta viviendas dañadas, 2.600 personas evacuadas y 61 personas albergadas tiene como saldo el incendio forestal que ha afectado las últimas horas a Parral en la Región del Maule.

Las localidades de Catillo y San Alberto han sido las más afectadas por las fuerzas de las llamas, en un siniestro que continúa activo acorde al último balance entregado por la Corporación Nacional Forestal (Conaf).

En San Alberto precisamente, el incendio que que vio durante la tarde-noche del martes dio paso a un desolador escenario, con diversas viviendas consumidas por el fuego y a vecinos que en cosa de minutos perdieron todo debido a la emergencia.

«Estaba sola, mi esposo estaba trabajando y mi hijo no estaba tampoco. No alcanzamos a sacar nada, no hubo tiempo, llegó (el fuego) muy rápido», señaló a Publimetro María Ortega, una de las tantas personas que vio como el incendio consumió su vivienda.

«Había mucho viento, no demoró nada en avanzar. Alcanzamos a arrancar con lo puesto», admitió la mujer, lamentando que pese a que vio en las noticias el poderío de las llamas en otras zonas afectadas por los siniestros, «nunca me imaginé que me iba a pasar a mi. Es terrible».

Una situación similar vive Alexis Pérez, otro de los habitantes de San Alberto. «Mi casa se quemó entera», indicó el hombre.

«Yo no estaba, andaba de viaje y llegué hoy en la mañana y estaba todo quemado. Mis padres estaban acá y los evacuaron temprano cuando vieron que el incendio seguía avanzando», relató.

«Son muchos años de esfuerzo que se transformaron en cenizas. es fuerte, pero gracias a Dios estamos todos bien», agregó.

Francisco Pereira en tanto, se encontraba en dicha zona rural de Parral visitando a sus tíos y abuelos cuando debieron arrancar del lugar producto al rápido avance de las llamas.

«Estábamos compartiendo y nos avisaron que el fuego estaba a unos c¡4 kilómetros y en unos cinco minutos el fuego ya estaba aquí. No había nada que hacer, no quedó otra que arrancar», expresó.

Y mientras sus abuelos viajaron a la ciudad en sí, para comprar ropa ya que perdieron todas sus vestimentas, él se quedó contemplando la magnitud de la tragedia. «Acá estamos, parados y de brazos cruzados», se lamentó, agradeciendo eso sí que han recibido aportes de otras personas, como agua y alimentos.

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