El problema de la violencia hacia las mujeres en Latinoamérica es preocupante y más aún en Argentina: cada 30 horas una mujer es asesinada por sus parejas o ex parejas, según los datos entregados por en un informe realizado por el Observatorio de Femicidios de la Casa del encuentro y la Fundación Avon, basado en las publicaciones de la prensa entre el 1° de enero y el 31 de diciembre de 2016.
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Según los datos del informe, los crímenes hacia mujeres aumentaron un 1,35%: en 2015 se registraron 286 femicidios, mientras que el año pasado la cifra aumentó a 290 mujeres asesinadas.
El hogar sigue siendo el lugar más inseguro para las mujeres argentinas: allí ocurrieron 143 de los 290 femicidios. Hubo casos excepcionales, como el que ocurrió en un penal de Tucumán, donde un preso mató a su novia allí donde estaba detenido por haber asesinado a otra mujer.
¿Por qué hablar de violencia machista hacia las mujeres? Más del 64 % de las víctimas murió a manos de quienes eran sus parejas o lo habían sido, lo que evidencia el grado de posesión que adquieren los hombres sobres las mujeres, a quienes observan como «objetos manipulables».
Aunque Buenos Aires es, por obvia magnitud, el distrito con más casos (90), hay provincias donde esta problemática creció notoriamente respecto a 2015; en Córdoba, por ejemplo, se registraron 30 femicidios, a diferencia de los 19 asesinatos de 2016.
Sin embargo, en relación a su población, Jujuy encabeza la trágica lista: el año pasado hubo 11 femicidios, es decir, unos 1,63 cada 100.000 habitantes. En la provincia del norte de Argentina se registraron tres veces más que en la provincia de Buenos Aires, donde la tasa fue de 0,57.
Otro dato alarmante que entrega el informe es que la mayoría de las víctimas fue apuñalada, mientras que las violaciones pasaron de 27 a 31 en el último año.
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Respecto a las llamadas de alerta, el 84 % de las mujeres no había denunciado previamente a sus agresores ni habían requerido medidas de protección. Según explicó Ada Rico, presidenta de la Casa del Encuentro en su presentación de los datos ante el Senado, las mujeres violentadas «no creen en la Justicia, y entonces tampoco buscan ayudas».
Los 290 femicidios de 2016 dejaron sin madre a 401 hijos, siendo 242 de ellos menores de edad, quienes de ser aprobada la Ley Brisa, podrían ser beneficiados con una asistencia económica hasta que cumplan 18 años, similar a la de una jubilación mínima. Medida por la cual la organización se hizo partícipe de la sesión en el Parlamento.
Además de los 290 crímenes por violencia de género, hubo 37 asesinatos vinculados a ellos, correspondientes a hombres y niños que murieron o se suicidaron por causarles dolor a las mujeres producto de su furia machista o porque se interpusieron para defenderlas.