En medio de una gran expectación mediática que esperaba el tradicional piscinazo de la reina del Festival de Viña del Mar, Kika Silva, un grupo de pobladores cercano a las 200 personas del campamento Felipe Camiroaga se manifestaron a un costado de la piscina del Hotel O’Higgins.
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La protesta obligó a los organizadores a suspender el evento programado para las 13 horas del sábado. Inmediatamente después de comunicarse la postergación del piscinazo, Fuerzas Especiales desalojó a los manifestantes.
Somos unas 900 familias, que llevamos una protesta de más dos años. No queremos nada gratis, sólo queremos una vida digna. Queremos a la alcaldesa, que nos entienda y que se comprometa a darnos luz, tal como ya nos había prometido”, aseguró un manifestante.
La organización tomó la medida luego que cayeran algunos objetos cerca de la piscina donde se realizaría la actividad de la reina.
Los pobladores aseguraron que la medida responde a que llevan más de dos años sin suministro eléctrico, pese a las promesas de la alcaldesa de Viña del Mar, quien según los manifestantes se habría comprometido a entregar una solución para ellos.
“Somos unas 900 familias, que llevamos una protesta de más dos años. No queremos nada gratis, sólo queremos una vida digna. Queremos a la alcaldesa, que nos entienda y que se comprometa a darnos luz, tal como ya nos había prometido”, aseguró un manifestante.
Pese a la labor de Carabineros, los pobladores aseguraron que se mantendrán en el lugar hasta tener una respuesta de la alcaldesa. La organización del piscinazo, en tanto, reprogramó la actividad para el domingo al mediodía.