A mediados de la década del 90 Chile llamó la atención del mundo por una idea de negocios que rápidamente se replicó en la capital y que se transformó en una exportación no tradicional del país.
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Los llamados café con piernas, donde mujeres en apretados y cortos vestidos, se transformaron en un fenómeno. Los cafés fueron ganando más clientes y a medida que fueron apareciendo nuevos locales, las vestimentas de las jóvenes que los atendían fueron disminuyendo.
De ese fenómeno han pasado al menos 20 años y si bien en Santiago aún quedan alguno de estos lugares, la idea ha sido replicada en varios países. Sin embargo, en Kazajistan, le dieron un giro a la idea y la agregaron a un nuevo rubro.
Con la idea de obtener nuevos clientes, la barbería Old Boy, en la ciudad de Oskmen, decidió hacer una campaña y contratar a mujeres con ropa interior para atender a sus clientes.
La particular campaña se transformó en viral y recibió muchos comentarios. No obstante pese a que muchos se mostraron interesados en ser atendidos en el particular salón, los dueños de la barbería reconocieron que las mujeres eran strippers de un recinto cercano y aseguraron que sólo era una campaña y que las mujeres no serán parte del staff permanente.