Por si quedara alguna duda a los estupefactos, no. Nadie pirateó la cuenta de twitter del presidente de Estados Unidos. El único suplantador es este imitador que ponía sordina en las marchas a favor deTrump. Éste se reafirma en sus graves acusaciones y pide al Congreso una investigación sobre los supuestos pinchazos telefónicos ordenados, según él por Barack Obama, durante la campaña electoral. En su verborrea tuitera, Trump comparó a su antecesor con la época de la caza de brujas y con el Nixon del Watergate, pero nada de pruebas. Por eso, la oposición, escandalizada, le exige que si las tiene, las presente. Al desmentido de Obama ha seguido el de los anteriores servicios de inteligencia.Sin embargo, entre los incondicionales de Trump hay pocas dudas. Y así al traidor Obama, dice este hombre, hay que juzgarlo y aplicarle la mayor condena. Todo esto en un fin de semana, donde un Trump, acorralado por el escándalo de las conexiones con Putin, ha logrado dar un vuelco a la polémica. En vez del Rusiagate se habla de Obamagate, mientras los suyos se ha echado a la calles para apoyarlo.. En las marchas se han colado, eso sí, algunos detractores con los consiguiente choques. Video: Reuters.
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