La economía brasileña tuvo un descenso de un 3,6 % en 2016, encadenando al país en dos años consecutivos de recesión, algo que no ocurría desde la década de 1930, informó este martes el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), que pertenece al Estado.
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El dato del Producto Interno Bruto (PIB) es ligeramente peor de lo esperado por el mercado financiero, que proyectó en el 2016 una caída del 3,5 %, y prevé para este año la vuelta a la senda del crecimiento, pero con un leve avance del 0,49 %.
El nuevo frenazo económico brasileño
Brasil, la mayor economía de Latinoamérica, repite una caída del PIB por encima del 3 %, pues en 2015 había sufrido una aguda retracción del 3,8 % después de que en 2014 estuviera estancada, con tan solo un avance del 0,1 %.
Este nuevo frenazo económico fue provocado principalmente por los profundos descensos que registraron varios sectores estratégicos como el agropecuario (-6,6 %), la industria (-3,8 %) y los servicios (-2,7 %).
Mientras que en el sector externo, las exportaciones de bienes y servicios crecieron el 1,9 %, en tanto que las importaciones bajaron el 10,3 %.
Según el IBGE en relación al año pasado, el conjunto de bienes y servicios producidos en el país sumó en valores corrientes 6,2 billones de reales (unos 2 billones de dólares) y el PIB per capita registró una caída de 4,4% en términos reales comparado con 2015, hasta llegar a los 30.407 reales (unos US$ 9.765).
Por otro lado, la tasa de inversión en 2016 se situó en un 16,4 %, inferior al 18,1 % del ejercicio precedente, y el ahorro de la población llegó al 13,9 %, frente al 14,4 % del año anterior.
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En el cuarto trimestre de 2016, el PIB tuvo una reducción del 2,5 % con respecto al mismo periodo del año anterior, lo que supone el undécimo resultado negativo consecutivo para ese plazo de tiempo.
Golpe al mercado laboral
Los malos datos macro económicos golpearon directamente al mercado laboral del gigante sudamericano, pues la tasa de desempleo en el trimestre concluido en enero de 2017 alcanzó el 12,6 % de la población económicamente activa y un récord de 12,9 millones de personas buscando empleo, según datos del Gobierno.
Se trata de la mayor tasa de desempleo en Brasil desde que el organismo comenzó a medir este indicador con criterios más rigurosos, en 2012.
Salir a flote
El Gobierno del presidente Michel Temer, que asumió el cargo de manera definitiva en agosto pasado tras la destitución de Dilma Rousseff, ha puesto en marcha desde entonces un duro ajuste fiscal con polémicas medidas para contener el gasto e intentar revertir el débil estado de las cuentas públicas.
La economía brasileña inició una trayectoria descendente después de 2010, el último año del mandato del ex presidente Lula da Silva, cuando se había expandido un 7,6 %.
Con su sucesora, Dilma Rousseff, el PIB creció un 3,9 % en 2011, un 1,9 % en 2012, un 3 % en 2013 y un escaso 0,1 % en 2014.