Según datos recogidos por Publimetro a partir de información publicada por las principales instituciones públicas del país, de 863 cargos de poder que se ocupan actualmente sólo el 16% pertenece a mujeres. Dichas cifras, no sólo son inferiores al comparar ambos géneros, sino además, se encuentran bajo los índices internacionales.
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Por ejemplo, la media mundial de mujeres en Parlamentos del mundo, según ONU Mujeres, es de 22,6%. En Chile, el Senado exhibe sólo un 15%, mientras que en diputados el número es aun más bajo, un 11% (ver infografía).
Dicha asimetría dice relación con la estructura patriarcal que compone a la sociedad chilena, dijo a Publimetro Carmen Andrade, ex directora del Servicio Nacional de la Mujer (Sernam) hoy Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género.
«Hay un tema de políticas públicas, pero hay otro que tiene que ver con la educación y la formación. A los hombres se los forma para asumir posiciones de poder y a las mujeres para roles familiares y domésticos. El cambio mayor es cultural», afirmó.
Para Bárbara Brito, vicepresidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile e integrante del movimiento Ni Una Menos, esto responde a una realidad en que se considera a las mujeres como «personas de segunda categoría en un Chile súper conservador».
«Las Fuerzas Armadas han sido las instituciones más duras para la incorporación de mujeres. Se pudieron incorporar después de mucha presión».
La dirigente estima que dicho escenario no sólo discrimina, sino también «beneficia un modelo económico en que un sector se enriquece a costa que las mujeres tengamos bajos salarios y se nos abuse laboralmente».
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El caso más extremo de participación femenina se encuentra en los altos mandos de las Fuerzas Armadas. En el Ejército, Armada y Fuerza Aérea no existen mujeres que ocupen estos puestos. Mientras que la Corte de Apelaciones exhibe la mayor participación femenina entre los ministros integrantes de sus salas con un 41%.
«Las Fuerzas Armadas han sido las instituciones más duras para la incorporación de mujeres. Sólo se pudieron incorporar después de mucha presión», aseveró la otrora directora del Sernam.